NEUQUEN (AN).- En tres años Neuquén logró una privilegiada posición como productora de cerezas, una fruta que tiene una alta demanda en el mercado nacional e internacional y que ofrece un auspicioso panorama para su cultivo.
Tierras aptas, riego garantizado, clima propicio y un sólido respaldo de infraestructura para su selección, empaque, conservación y comercialización, la constituyen en el puntal de las frutas finas.
Con alrededor de 600 toneladas anuales la provincia se ubica en el segundo lugar detrás de Mendoza y proyecta un interesante crecimiento
La reciente declaración de la Patagonia como zona libre de mosca por parte de Estados Unidos, sin duda el principal mercado, convierte a este cultivo es uno de los más favorecidos en el concierto mundial. Esta alternativa permite hacer despachos espontáneos, vía aérea, en momentos en que en aquel país está en contra estación respecto de Argentina y se está en una época de alto consumo.
"El aliento a producir frutas finas es el primer cambio de fondo de políticas agrarias en la zona en seis años. Hasta entonces veníamos produciendo manzanas y peras y los cambios sólo pasaban por una u otra variedad de esas frutas. No alcanzaba, era necesario reconvertir la producción y eso fue lo que hicimos, sin que signifique que dejemos de producir peras y manzanas", dijo el ministro de Producción de Neuquén, Marcelo Fernández Dotzel.
Las expectativas en Neuquén se abren en tanto el cultivo de cerezas está en su etapa inicial y gran porcentaje de las parcelas no han alcanzado su pico de producción y, además de las zonas donde se la cultiva en distintas escalas: desde un alto nivel empresario a emprendimientos de pequeños productores, hay otras con condiciones ideales para su desarrollo.
"Tras un primer objetivo de diversificar la producción, nos planteamos un segundo: la diversificación geográfica", explicó el funcionario para señalar otros puntos de la provincia que ofrecen óptimas condiciones para el cultivo de frutas finas.
"El tercero fue facilitar la colocación del producto en el exterior. Porque los esfuerzos deben ser planificados, así como no hay que concentrar todo en mismo lugar, tenemos que delinear el punto clave de la comercialización", añadió el ministro.
La exclusividad de oferta del producto es un ventaja comparativa significativa. Neuquén exportó con destino a Nueva York una carga mínima, pero representativa de cerezas orgánicas. Es el primer envío de esta calificación del país y abre la puerta para un producto diferenciado, con el consiguiente valor agre
gado que representa. El sello de "proviene de zona libre de contaminación" es un estatus sanitario de máxima.
La disponibilidad de técnicos y operarios preparados para el manejo de esta fruta, junto a la infraestructura para su producción y tres plantas proceso de enfriado, clasificación, empaque y conservación, sitúan a la provincia en inmejorables condiciones para afianzar la producción de cerezas.
"Dentro del circuito de producción a venta del producto, haber resuelto la cuestión sanitaria es determinante para el éxito o el fracaso. Con la liberación del mercado norteamericano nos encontramos en una situación sumamente ventajosa. Pero esto se ha logrado con planificación, esfuerzos y el diseño de estrategias acordes al mercado de los productos", añadió Fernández Dotzel.