El gobierno nacional insiste en los acuerdos de precios para sostener las cotizaciones del producto en las góndolas.

Los resultados están a la vista. Respecto del año pasado, los precios según datos oficiales cayeron 3% mientras que desde el corte de las exportaciones, en marzo de este año, esta variación fue del 7%. La sensación popular es que los valores de los principales cortes, más que bajar, subieron en la mayor parte de las carnicerías. La medida puesta en marcha por el gobierno determinó pérdidas por más de 200 millones de dólares al sector ganadero, problemas con los operadores en mercado externo y algo más de 5.000 personas que pasaron a engrosar las filas de desocupados. ¿Vale la pena insistir con este tipo de medidas? El gobierno está totalmente convencido de que ésta es la salida para 'poner en línea' al campo y contener los precios para que 'todos' puedan acceder a un bien tan preciado como lo es la carne para los argentinos. Un concepto altamente demagógico.

Las estadísticas oficiales muestran, por otra parte, que el consumo interno (aparente) se estabilizó en un promedio mensual de 200.000/203.000 toneladas de res con hueso.

Cuando se considera el acumulado de enero-octubre 2006, el consumo interno absorbió un total de 2,054 millones de toneladas, es decir 2,8% más que en similar período de 2005. En esta mejora influyó definitivamente el cierre temporario de las exportaciones cárnicas, ya que las colocaciones externas disminuyeron más que la producción de carne. En términos comparativos, en lo que transcurrió del año el consumo interno total alcanzó el mismo nivel que en los primeros diez meses de 2004.

La hacienda en pie cayó, según datos oficiales, 11,0%. Para los operadores del mercado esta baja fue del 20%