El juzgado comercial que actúa en la quiebra de la frutícola Tatedetuti acaba de hacer lugar a la oferta de una sociedad –de nombre Conasyne– para hacerse cargo de dicha empresa.
En la resolución tomada el viernes pasado, la magistrada actuante afirmó que “a la luz de la conflictiva coyuntura económico-financiera que atraviesa la precaria explotación y/o el mantenimiento de los bienes de la quiebra, se hace conveniente aceptar la oferta de compra de Conasyne”.
La misma consiste principalmente en la adquisición de los bienes de la quiebra –cancelando las deudas hipotecarias con los bancos– y en el mantenimiento de las fuentes laborales con reconocimiento de antigüedad de los ex trabajadores; así como el cumplimiento de los contratos del personal que se desempeña en los inmuebles que se pretenden adquirir.
En la presentación inicial, la sociedad oferente se comprometía a cubrir el 100% de las deudas con los acreedores comunes (quirografarios) del concurso, pero luego se modificó por la renuncia al cobro del 85% de esos créditos (argumentando la calidad de cesionario). También en la primera redacción se aludía a la cobertura de la deuda con UATRE y OSPRERA que no se incluye en la última propuesta.
La titular del juzgado Nacional N° 15 en lo Comercial, Norma Di Noto, agregó en su pronunciamiento: “No ignoro que existen otras soluciones diversas para la venta de bienes. Empero la que aquí se adopta es la que contempla y da solución a un gran número de conflictos”.
Entre los acreedores hipotecarios, el Banco de la Nación Argentina indicó que “no se encuentra en condiciones de prestar conformidad a la propuesta de compra”, al tiempo que observó que “resultaría conveniente efectuar un llamado de oferta en la sede del tribunal”; mientras el Banco Patagonia, subrayó que “el ofertante jamás se puso en comunicación con su mandante”.
LOS NUMEROS
En cuanto a la actual situación de los bienes, la jueza en cuestión expresó que “la magnitud de la crisis socioeconómica ha generado la paralización de la actividad de la quebrada en la explotación de los inmuebles cuya adquisición se pretende”.
De acuerdo al cálculo de la sindicatura –que fue considerado sustancial por el dictamen– surge que Conasyne se está comprometiendo a “asumir obligaciones por 86 millones de pesos, mientras los activos que pretende adquirir ascienden a un valor promedio de 38 millones de pesos”.
Ello llevó a concluir a la jueza que, con la admisión de la oferta de Conasyne, se obtendría un beneficio para la quiebra por una suma de casi 48 millones de pesos. Además –se señala en el pronunciamiento– el ofrecimiento “implica reducir la incertidumbre y los plazos de realización de bienes, lo que redundará en beneficio de los acreedores y a solucionar el problema de los 1.000 trabajadores de la fallida”. El oferente asumiría una deuda con los trabajadores de 18 millones y medio de pesos.
De acuerdo a las constancias del expediente, Transvalle SA se hizo cargo de la explotación de varios de los establecimientos de la quebrada hasta mayo de 2007.
Los bienes de que dio cuenta Conasyne como de su pertenencia son: una oficina en Puerto Madero, inmuebles en Ciudadela (provincia de Buenos Aires), planta de empaque y depósito en Lules (Tucumán), chacra en Coronel Belisle (Río Negro), frigorífico y galpón en Río Negro y chacra La Media en la misma provincia, así como una chacra identificada como La Filomena.
(ABA)