La apertura del mercado norteamericano para las cerezas de la Patagonia argentina carga de expectativas la mochila de los productores locales. La buena noticia es que se suma un nicho consumidor de excelencia, que está dispuesto y fundamentalmente puede hacerlo a pagar los dólares que sean necesarios si el producto que se les ofrece es de la calidad solicitada. En este sentido, los productores regionales no tendrían que tener inconvenientes en abastecer con mercadería de gran nivel al cliente norteamericano. Las variedades de cerezas que hoy se cultivan en la región cumplen con las exigencias del consumidor estadounidense. Hasta aquí, todo está dentro de los carriles aconsejables y normales. La cuestión por resolver pasa por el tema de los costos. Hoy un despacho de cerezas por avión a los Estados Unidos cuesta, en promedio, 12 dólares por caja. La ventaja es que, entre las 24 a 48 horas posteriores, el producto estará en la góndola de los supermercados del Norte y, sin competidores a la vista, puede alcanzar precios de venta que justifiquen el envío por este medio. Otros aspectos a cubrir con lo obtenido en la comercialización final tienen que ver con el costo de cosecha, el empaque servicio por el que hoy se está cobrando a razón de un dólar por caja, sin material, la distribución en el país de destino y, obviamente, el retorno para el productor primario. Con respecto a este último punto, fuentes productivas regionales indicaron que hay una fuerte expectativa por los valores de venta que se alcancen en el mercado estadounidense. Las estimaciones en este sentido indican que, para cubrir toda la estructura de costos que hoy implica el embarque de cerezas hacia ese destino, la caja de 5 kilos debería venderse a 35 dólares en promedio. El retorno para el productor en este caso rondaría los 10 dólares por caja o, lo que es lo mismo, 2 dólares por kilo comercializado. En este punto en particular están cifradas las expectativas de los que conforman el primer escalón en este negocio, los productores primarios. "Apuntamos a un margen de retorno cercano a los 10 dólares por caja para que valga la pena el negocio, de lo contrario las dejamos que se las coman las palomas", dijo exagerando uno de los encargados de realizar los primeros embarques de cereza a los Estados Unidos. La diferencia entre lo que actualmente obtiene de ganancia un productor primario por la exportación de sus cerezas a mercados europeos y la expectativa de precio a conseguir en el mercado norteamericano llega prácticamente al 100 por ciento. Hoy, por una caja de 5 kilos colocada en Europa le quedan al productor entre 4,50 a 5 dólares. En Estados Unidos se pretende obtener 10 dólares. No obstante, de colmarse las expectativas en el nuevo mercado, en poco tiempo más habrá que buscar estrategias para que el margen de ganancia de mantenga. La posibilidad de llegar con cerezas primicia a Estados Unidos se encuentra abierta sólo hasta mediados de diciembre. A partir de allí, habrá que aguzar el ingenio para bajar costos. La principal alternativa que se maneja en círculos productivos es recortar por el lado del flete, aunque resignando velocidad en el traslado. Aquí la apuesta es transportar la producción en barco. En este medio de transporte se manejan valores desde los 3 dólares por caja despachada, pero el viaje hasta los Estados Unidos insume unos 18 días. Y allí la cereza tendrá que competir con otras frutas en la góndola. De este modo, la oferta y la demanda marcará el rango de precios en los que se moverá la comercialización de cerezas valletanas en el mercado norteamericano. El desafío está planteado. |