| La historia del frigorífico corre paralela a la historia económica argentina. Ligada primero a las exportaciones de carne, hacia fines del siglo XIX se extiende a otros rubros productivos, entre ellos al frutícola. En "La cadena de distribución y la competitividad de las Exportaciones Latinoamericanas. Las exportaciones de manzanas y peras del Alto Valle del Río Negro, Argentina" (CEPAL, 1991), se afirma que las primeras exportaciones de fruta argentina a Europa datan de 1908. "Si bien en 1925 se enviaron manzanas del Alto Valle a Inglaterra, las exportaciones empezaron a realizarse regularmente en 1930. En esos años la principal fruta de exportación argentina era la uva de mesa proveniente de Mendoza y San Juan, que se enviaba mayoritariamente a los Estados Unidos y Brasil. Seguían las peras y manzanas del Alto Valle, que se vendían principalmente a Brasil y a Suiza, respectivamente...". En 1924 Brasil otorgaba franquicias a los trigos y harinas de nuestro país y las exportaciones hacia este país iban en aumento. Tenían ese destino nuestros vinos, frutas y productos avícolas. Por aquella fecha también EE.UU. declaraba la llegada de frutas frescas desde la Argentina. Paralelamente al crecimiento de las exportaciones, el intercambio estimulaba las mejoras y el desarrollo en las tareas culturales y en envases y transportes frigoríficos. En el Alto Valle, fueron los ingleses quienes estimularon el desarrollo del "frío" para el almacenamiento y transporte de fruta. Había vagones y barcos refrigerados. Por otra parte y a medida que aparecía la fruta en el mercado, se desarrollaban a pasos muy lentos los frigoríficos y los camiones con frío. A mediados de la década de 1980 funcionaban en el Alto Valle unas 300 plantas de empaque de diversos tamaños. El 20% de las cuales empacaba el 75% de las manzanas y de las peras de la zona. El primer frigorífico de la región nació en Cinco Saltos en 1944. Trece años más tarde, en 1957, había siete frigoríficos con una capacidad total para almacenar 500.000 cajas. En la década siguiente, de 1957 a 1968, la cantidad de frigoríficos se multiplicó hasta llegar a 35, con una capacidad instalada para manejar 4 millones de cajas. Fue en estos años que llegaron el primer túnel de preenfriamiento rápido y las primeras cámaras de atmósfera controlada a Cipolletti. Hacia 1968 se estimaba que había cinco veces más fruta fresca en el Valle que la capacidad frigorífica instalada, por lo que siguió un tiempo de multiplicación de la infraestructura de frío y afines. Un dato interesante es que, en 1969, la empresa Navifrut SA (Tres Ases y Grisanti Hermanos) estrenó su buque frigorífico de ultramar, el "Cipolletti", un carguero construido en astilleros argentinos con el objetivo de llevar fruta del Valle a Brasil. En 1975 la cantidad de establecimientos llegó a 85, con una capacidad de 11.700.000 cajas. Entre 1976 y 1979 la cantidad de frigoríficos aumentó un 80%. Y en 1987 había en Río Negro 168 frigoríficos, con 1.026 cámaras y una capacidad de frío para aproximadamente 24 millones de cajas de 20 kg, 766 cámaras de frío convencional, 61 cámaras de atmósfera controlada, 47 antecámaras refrigeradas y 152 túneles de preenfriamiento rápido. | 
