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Sábado 11 de Noviembre de 2006
 
 
 
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  HISTORIA DE ACA
  De Paso Peñalva
 
 

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Paso Peñalva, situado en el extremo sudeste de la isla de Choele Choel, fue uno de los parajes que apareció en la denominada “línea militar del río Negro”. El sitio formó parte de la gran Colonia Agrícola Pastorial que se inauguró en 1900 y comprendía unas 29.000 hectáreas en las que se dibujó el Valle Medio del Territorio de Río Negro. 
La denominación “Paso Peñalva” provenía del nombre del primer botero del lugar, don Cayetano Peñalva, quien había llegado a la zona con el ejército de Julio A. Roca. Contaba su hija, María Magdalena, que su abuelo Bonifacio y su padre fueron quienes tuvieron el primer bote para cruzar el río y un tal Palacios, la primera balsa. María Magdalena había nacido en julio de 1899 y su papá le decía que a ella la había traído la creciente grande que casi deja en este punto la capital del territorio.
 En 1895 este paso era uno de los más usados para cruzar el río y lo fue por largos años. Durante estas primeras décadas del siglo, la región inició su poblamiento y los cultivos se extendieron. Los ingredientes básicos para la colonización del lugar estaban dados: tierra fértil, comunicaciones, las primeras obras de riego que dibujaron los galeses que llegaron a la isla y la esperanza de los primeros colonos que se instalaban fueron los cimientos de esta parte del río. Fue en este tiempo que llegaron familias pioneras, muchas de ellas inmigrantes, como la de Robert Rosauer (ver Historia de Vida).
Hasta la década del ’30, alfalfa, frutales, verduras y algunos cereales salían de las chacras de este incipiente Valle. Por otra parte, y hasta entonces, circuló por esta zona el “vaporcito”, un servicio de cargas que hacía el trayecto desde la Comarca Viedma-Carmen de Patagones hasta la Confluencia. El mismo funcionaba en la órbita del Ministerio de Obras Públicas de la Nación. Su objetivo era prestar un servicio a los establecimientos agropecuarios ribereños y –durante años– fue el encargado de sacar el azúcar de remolacha que producía el ingenio San Lorenzo en Conesa. 
Contaba a este diario un vecino de Valle Medio, Pedro Boland, que “el vaporcito era algo muy útil para los ganaderos ribereños que cargaban su lana hasta Choele Choel y, por ferrocarril, al Mercado Victoria de Buenos Aires. También transportaban maderas, vino en bordolesas y todo tipo de mercaderías. Cada 10 días remontaba el río hasta Choele Choel y algunas veces –y cuando el río lo permitía– subía hasta el Alto Valle”.
Paso Peñalva, donde se situaba uno de los campos de la familia Rosauer, fue conocido con ese nombre hasta la década del ’30. Luego, y por iniciativa de Rodolfo Rosauer, fue rebautizado por Pomona, tal el nombre de la diosa griega de los frutos.
Tiempo antes, el padre de Rodolfo, don Roberto Rosauer, había viajado a California para asistir a un congreso sobre fruticultura. El mismo se realizó en una localidad llamada Pomona, la cual tenía una semejanza con el Valle Medio. A su regreso Rosauer comentó la anécdota a su hijo y éste se entusiasmó con la idea de hacer de Paso Peñalva una ciudad hermana de aquella que visitara su padre en EE.UU.
Para esa fecha, el Valle Medio ya tenía importantes zonas bajo cultivo y Pomona se conocía como “el jardín de Río Negro”. El ingeniero Rodolfo Rosauer donó la chacra 121 de la Sección XII de la isla de Choele Choel para la construcción de los edificios públicos de esta localidad.
Un lugar en el que los Rosauer dejaron su impronta.

 

   
   
 
 
 
Diario Río Negro.
Provincias de Río Negro y Neuquén, Patagonia, Argentina. Es una publicación de Editorial Rio Negro SA.
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