| | Ya es algo tradicional para los productores recibir las ayudas o definiciones fuera de término. La Mesa de Contractualización Frutícola tomó decisiones con la pera ya madura, los fondos para realizar la poda llegaron con las plantas en flor y recién ahora están recibiendo los recursos para los agroquímicos cuando los chacareros ya deberían haber aplicado los productos para combatir las plagas.
“El gobierno cuando tiene que hacer retenciones las hace en forma automática, pero cuando tiene que devolver el dinero es difícil sacarlo de la caja. Como nosotros estamos un poco acostumbrados a esto, decimos: ‘Más vale tarde que nunca’, pero no es así. En esto tiene que haber un plan hecho y así como se hace la retención, la devolución también debe llegar en el tiempo correspondiente. Esto hace a la calidad de fruta para seguir exportando. Y esto también beneficia al Estado, porque si no hay exportación, no hay retenciones”, opinó José Teruel, presidente de la Cámara de Productores de Regina.
Blas Ortuño, titular de la Cámara de Centenario y Vista Alegre prefiere no utilizar la palabra “subsidio” cuando se menciona a las ayudas que les está brindando el gobierno nacional. Dice que en realidad el Estado les está “devolviendo en pequeñas dosis” los fondos que les va sacando por las retenciones. No obstante coincidió en que hay un desfasaje desde que se toma la decisión política de enviar los recursos hasta que los mismos llegan al productor y que el dinero no se percibe a tiempo. “Habría que coordinar para que llegaran en el momento adecuado. Si esto continúa, seguiremos exigiendo que los tiempos de los envíos sean los que corresponden”, aseguró.
En tanto, Osvaldo Calvo, titular de la sede frutícola de Roca, adjudicó estas demoras a que “somos un sector postergado”.
El dirigente detalló que el PAR (programa de agroinsumos rionegrino), “dentro de todo llega bien, pero en el resto siempre estamos esperando”.
“Hay que aclarar que no se deben usar políticamente estos aportes que da el Estado nacional porque no es un regalo. Ellos se están llevando de la actividad 30 o 40 millones de dólares y lo que están devolviendo es una parte ínfima de lo que recaudan”, agregó.
Y Susana Alvarez, titular de la Cámara de Cipolletti, consideró que las ayudas a destiempo no sirven, que “son parches mal distribuidos que no solucionan los problemas”.
“Se usa dinero del Estado, dinero público, y por eso es nuestro gran enojo, porque no se van a ver reflejados en resultados concretos, que realmente hayan causado un beneficio. El programa de carpocapsa, por ejemplo, es la estafa más grande que le han hecho a la gente. Es la mentira más grande”.
Y argumentó por qué: “Primero porque está manejado con dinero público y se ha quedado un grupo de gente con eso. Y además porque las pautas del programa no se cumplen. El programa dice que se distribuirán dispensers a bloques de productores. Y resulta que nos estamos enterando que no todos los productores reciben el dispenser”.
“Nuestra indignación es que están tirando dinero del pueblo a un tarro sin fondo, porque eso no va a reflejar ningún beneficio para nadie”, agregó. (AC, AA, AR, AVM, AVR y ACE) Silencio en la Federación En varias oportunidades “Río Negro” intentó entrevistar a la conducción de la Federación de Productores. Se pautaron días y horarios, tanto con el presidente, Manuel Mendoza, como con el secretario, Carlos Borocci. Y ninguno de los dos asistió a las citas programadas ni llamó para comunicar que no podía concurrir.
¿Por qué no quieren entrevistas? Hay rumores dentro de la misma entidad. Se dice que el precio sostén, la nueva Mesa de Contractualización, preocupa a la dirigencia. Y mientras no avancen para lograr el consenso, prefieren evitar las exposiciones. Además, cada vez circulan comentarios más firmes respecto de las diferencias de criterio que habría no sólo entre algunas cámaras y la dirigencia de la Federación, sino también en el seno mismo de la comisión directiva. Más allá del porqué, que sólo ellos lo conocen perfectamente, lo cierto es que en tres ocasiones Mendoza se comprometió a acceder a una entrevista con este diario y no asistió ni justificó su ausencia.
También se oyen reproches de algunos dirigentes por las convocatorias que se están realizando internamente. Dicen que, si bien llaman a reuniones en forma periódica, hasta ahora no se ha analizado a fondo el problema más grave del sector, que es la falta de rentabilidad. |
