CHOELE CHOEL (AVM).- Poco más de un año atrás, la ganadería en la zona estaba signada por una marcada expectativa en el futuro ante un mercado que se presentaba tranquilo. Pasó luego mucha agua bajo el puente: las medidas económicas nacionales que impidieron por un tiempo poder exportar, el aún no realmente cumplido corrimiento de la barrera sanitaria del paralelo 42 al río Negro y el descenso de los precios de la carne en pie. A pesar de todas estas circunstancias la ganadería en la región ha ido creciendo. ¿Cómo se ha dado esto? Por distintos factores que han beneficiado a la comarca y que han hecho que el stock de cabezas haya aumentado en un 40% desde fines de los 80, cuando se dejó de vacunar contra la aftosa, como así también ha mejorado la receptividad de los campos y han fluido de manera notable las inversiones, sobre todo el último año, cuando decenas de miles de hectáreas a precios sumamente superiores a la media histórica cambiaron de manos. Todos estos factores han superado las alternativas, que podrían llegar a ser consideradas negativas, para que la zona deje de ser considerada como periférica para ser ya un centro importante de apuesta en la producción ganadera. Por caso, se marca en este sentido la llegada de cabañas. Esto determina no sólo una importante apuesta para la comarca, sino además que los cabañeros consideran a la zona poseedora de un notable mercado en expansión. Esta alternativa no sólo se ha dado en el Valle Medio, sino en otras zonas de la provincia como: General Conesa, Río Colorado y Viedma. Un dato referencial es además la gran apuesta compradora en la adquisición de madres. Sin dudas todo un signo de que los productores de la comarca tienen visos de crecimiento, aun cuando se sabe que la terminación de los terneros se hace en la zona norte pampa húmeda. Justamente la multiplicación de hectáreas destinadas a la agricultura, principalmente a la soja, ha catalizado dado que el potencial ya existía el crecimiento de estas regiones antes consideradas periféricas. Aun cuando los lineamientos políticos no han alentado o no han acompañado esta circunstancia y, por el contrario, han sido muchas veces desalentadores. Se cita así la falta de políticas que inyecten financiamiento para mejorar y ampliar la infraestructura de los campos, lo que posibilitaría un mayor crecimiento en el stock de cabezas. LA BARRERA SANITARIA Y UNA SITUACION CADA VEZ MAS COMPLEJA El mantenimiento del actual sistema de barreras limita seriamente la acción y la programación productivas. Por una parte ha dividido seriamente a los productores, según los afecte o los beneficie, creando situaciones conflictivas en toda la Patagonia. Todo indica que no existe en la Patagonia un frente homogéneo para esta situación. En este plano, Río Negro es el paradigma de las barreras sanitarias. Algunos observadores indican que este límite sanitario tiene un tinte más político que, realmente, técnico-sanitario. En tanto, la Nación y la provincia lo observan como un logro el intentar presentar el río Negro como el nuevo límite sanitario de libre aftosa sin vacunación. La provincia porque responde a un reclamo de los productores ovinos y algunos bovinos comprendidos en esa franja entre el 42 y el río Negro. En tanto que la Nación dado que entre los dos gobiernos se reparten responsabilidades puede exhibir un mejoramiento sanitario al ampliar el territorio de libre aftosa sin vacunación y puede mantener ese operativo ante los organismos internacionales. El resultado cierto es que los productores ganaderos vacunos, que no vacunan, no tienen los instrumentos idóneos para incorporar libremente la mejor genética del país. Y, ante una contingencia climática o de desastre natural no tendrán ninguna vía de escape. Se puede concluir con esto que se está complejizando la situación a límites peligrosos. Los productores que están entre el río Negro y el Colorado no están dispuestos ha dejar de vacunar. Sólo resta esperar cuánto tiempo se podrá sostener esta situación, donde lo técnico-sanitario y lo político están jugando ya sin reservas. |