| La actual capital del Neuquén fue fundada el 12 de setiembre de 1904. Veinte años después de esa fecha la localidad tenía 3.200 habitantes en el casco urbano, cifra que trepaba a 4.400 si se sumaba la población rural. En 1924, año que estamos recorriendo, el gobernador era el teniente coronel Francisco R. Denis y el cura párroco de la capilla Nuestra Señora de los Dolores, el padre Tossi. La localidad mutaba. Desde 1913 funcionaba una institución de “Asistencia Pública” con con 15 camas en total, una farmacia e instrumental apropiado para curaciones. El director de esta dependencia pública era el Dr. Fernando Griecco. Para esta fecha, la localidad ya contaba con dos bancos: el Banco de la Nación Argentina abrió sus puertas cuando la capital se trasladó a la confluencia y el Banco Hipotecario Nacional fue inaugurado en marzo de 1923. En la capital del vecino territorio funcionaban dos consulados: el de Chile, cuyo cónsul en 1924 era Edwards Salas, y el Viceconsulado de España, cuyo titular era Manuel Linares. El espacio para la sociabilidad era generoso y variado. Había algunas canchas de bochas, confiterías, billares, dos biógrafos (“La Alegría” de Luis Bonet y “Confluencia” de José Masciovecchio) y varios clubes y asociaciones étnicas. La Asociación Patriótica de Tiro contaba con 65 socios; El Club Deportivo “Correos y Telégrafos” reunía a 80; el Club “Ferrocarril Sud”, 50 socios, mientras que el “Pacífico” era el más populoso, con 120 socios. Españoles e italianos tenían sus asociaciones de socorros mutuos. La Sociedad Española, fundada en 1909, contaba entonces 65 socios y la Asociación Italiana, 35. El área céntrica contaba con dos escuelas: la mixta Nº 2 y la Nº 61. La cárcel, por su parte, también tenía su escuela y una población de 85 reclusos. En esta capital se editaban dos diarios locales: El semanario “Alberdi”, cuyo director era Luciano Rodríguez, y el “Neuquén”, dirigido por Marcelo Napal. Según la Guía Comercial Edelman de 1924, también había una empresa de automóviles, “El Sur” de Tizado y Bajosi, que unía Neuquén con Bariloche pasando por: Senillosa, La Planicie Salinas, Cerro La Policía, Barda Colorada, Aguada Guzmán, Lonco Huanta, Michi Huao, La Angostura, Mencué, Laguna Blanca, Las Mellizas, Cañadón Chileno, Colegio Comillo, Casa Alemana, Pilcaniyen, la Aurora y San Ramón. El pueblo tenía algunos automóviles y todavía estaba registrada la tropa de carros de J. Ferrari. En 1924, la zona de chacras de Neuquén seguía avanzando aunque lentamente debido a los inconvenientes del riego. La Colonia Nueva España, de aproximadamente 400 hectáreas, había dado aquella temporada unos 221.000 kilos de alfalfa. Este era el cultivo más difundido, pero el espacio ya competía con las huertas, los viñedos y los frutales que comenzaban a expandirse por esta parte del valle. La Colonia Bouquet Roldán, en una superficie de 700 hectáreas y luego de cinco años de trabajo, ya tenía el 70% del terreno bajo cultivo, especialmente huertas y alfalfa. Y por último, Colonia Valentina seguía su crecimiento con el impuso de José Fava, administrador de su propietaria original, Valentina B. de Duclout. Esta Colonia tenía 636 hectáreas. En 1924, la producción de alfalfa de este lugar había alcanzado los 800.000 kilos de pasto y 4.700 kilos de semillas. La uva también presentaba un importante desarrollo y ya daba casi 200.000 kilos. (SY) |