| RIO COLORADO (ARC).- La falta de precipitaciones se va transformando en una seria preocupación para todo el sector ganadero de esta parte de la Patagonia, dado que no se observan cambios favorables en el clima y por lo tanto la situación general de las pasturas tiende a agravarse.
La ganadería de esta zona es principalmente de cría bovina extensiva, con una producción estimada entre el 55% al 60% de terneros logrados anualmente y con base forrajera en los pastizales compuesto en su mayor parte por gramíneas. Hay productores que recrían y otros incluso terminan sus animales en el propio campo, completando el ciclo ganadero utilizando solamente el pastizal natural.
El promedio anual de lluvias de los últimos 40 años es de 460 mm, aunque con alta variabilidad distributiva entre años y también mensual, lo que genera incertidumbre y torna imposible predecir qué ocurrirá el año siguiente.
Además este análisis debe hacerse sobre lo sucedido en los períodos de otoño y primavera, momentos clave en la producción del pastizal.
El médico veterinario Daniel Bolla de la Agencia de Extensión Rural INTA Río Colorado indicó a este medio que en lo que transcurre del 2006 no se ha modificado el panorama de lluvias que continúan, siendo mes a mes, exageradamente menores al promedio. Si bien se produjeron abundantes lluvias en febrero (110 mm), no ocurrió lo mismo en los meses siguientes.
“Este fenómeno impide un manejo constante de la carga animal, obligando a los ganaderos a permanecer atentos a los cambios climáticos”, afirmó el profesional.
Vale consignar que las mejoras en la comercialización y la cotización del kilo vivo que hubo oportunamente, motivaron que se eleve la carga animal a niveles críticos, difíciles de compatibilizar con estos frágiles sistemas.
La evolución constante del stock bovino recién se detuvo este año, cuando descendió la cantidad de hacienda en un 5%, siendo las categorías livianas las más afectadas mientras que los vientres no sufrieron alteraciones.
ESTADO DEL PASTIZAL En un trabajo realizado por el técnico del INTA Río Colorado se muestra el estado del pastizal desde el 2004 hasta el presente. En este documento se explica que después de las abundantes precipitaciones del 2004 (superiores a los 800 mm), cuyo volumen no tiene registros en su historial, los campos de la región se llenaron de forraje.
Las gramíneas naturales –a su vez favorecidas por las quemas controladas al norte y accidentales al sur– ocuparon sus espacios, inclinando a su favor la competencia con las especies arbustivas y leñosas.
A pesar de que el año 2005 fue muy seco, el volumen de forraje acumulado del año anterior permitió superar un año malo. De todas maneras hubo una fuerte disminución de la calidad nutritiva que afectó la condición corporal de los vientres.
En la actualidad es común escuchar, de los productores y de los veterinarios, lamentos sobre un bajo porcentaje de preñez, producto de un año extremadamente seco.
Es notorio cómo los cambios climáticos se reflejan en los índices productivos. Por ejemplo en el departamento Pichi Mahuida se estima alrededor de un 10% menos de preñez, mientras que otros departamentos ubicados más al sur aparecen con pérdidas superiores.
Esto sin contar que en aquellos establecimientos donde la carga animal es muy alta y supera la receptividad estimada, se ha observado casos de mortandad de animales.
De acuerdo como viene presentándose este año, la situación se agravará ya que actualmente no se cuenta ni siquiera con pasto seco en algunos montes, con mortandad de plantas y, de continuar así, con perspectivas de difícil recuperación.
En caso de que a partir de ahora se produjese un cambio favorable, no se podrá apreciar este año. Los procesos son lentos porque la condición y el estado del pastizal natural no se mejora de un día para el otro y el efecto positivo sobre los rodeos se observa posteriormente. . | 
