Lamentablemente hay que decir que, difícilmente, puedan aparecer este año las soluciones para aquellos productores que hoy se encuentran marginados del sistema.

Si bien desde el gobierno nacional y provincial se insiste con subsidios 'por goteo' para contener el reclamo de los mismos, la mirada para una solución integral del problema sigue siendo política y no económica.

Con el 'éxito' del acta de Choele Choel, la provincia volverá en las próximas semanas a la carga para intentar poner en marcha el precio sostén que deberían pagar las empresas a los productores que les entregan su fruta en esta temporada. Distintas fuentes de la Cámara Argentina de Fruticultores Integrados (CAFI) aseguraron que están en contra de este tipo de acuerdos ya que para ellos "es imposible poner un precio a la pera y la manzana sin tener en claro que es lo que va a pagar el mercado. Y esto recién lo sabemos a partir de marzo", confió un empresario regional al ser consultado por el tema.

Por lo bajo, es sabido que el gobierno impondrá, en la pulseada con las frutícolas, su posición y para antes de fin de año los productores tendrán su precio sostén para negociar con los empaques. El temor de la CAFI no pasa por este punto. Pasa por la presión que pueda ejercer cierto sector de los productores para exigir que las empresas compren la totalidad de la fruta del chacarero y no, como lo hicieron este año, que fueron selectivos en sus adquisiciones. "Eso es una locura. Sería irresponsable de nuestra parte poder acordar una cosa así", confió la fuente al ser consultada por el tema.

Se entra en un año electoral y aumenta el manto de sombras sobre lo que será esta nueva temporada frutícola.