| En los primeros siete meses del año se faenaron en el país algo más de 7,14 millones de cabezas. La cifra muestra una caída del orden del 14% respecto del mismo período del 2005 o, lo que es lo mismo decir, representa un millón de cabezas menos. Un reciente informe elaborado por la Cámara de la Industria y Comercio de Carne (CICCRA) destaca, en este sentido, que la suspensión de las exportaciones determinada por el gobierno no fue la única causa que explicó la menor faena consolidada. En el primer trimestre del año ya se había experimentado una baja del 3,1% interanual. En este lapso la faena fue afectada por la caída de las exportaciones (el cierre de Chile generó el principal impacto negativo) y por el aumento del peso mínimo de faena que pasó de los 260 a 280 kilogramos en pie. A lo largo del año, el menor nivel de actividad sectorial sólo pudo ser compensado parcialmente por el aumento del peso promedio del animal faenado. Es así que el promedio en estos primeros siete meses del año para esta última variable se ubicó en los 228 kilogramos, un 5,1% por encima del peso promedio obtenido en el mismo período de 2005. El informe de CICCRA continúa destacando que el peso promedio en gancho del animal faenado se mantuvo en niveles si milares durante el primer y segundo trimestre del año. Si bien el peso mínimo de faena aumentó entre ambos períodos, a partir de abril la retracción de la faena se explicó por menores matanzas de novillos y vacas, las categorías más pesadas y que tienen más incidencia en las exportaciones. Por lo tanto la producción de carne vacuna disminuyó en valores interanuales a partir de abril, pero a un ritmo menor que las estadísticas presentadas por la faena. En julio se produjeron 232.000 toneladas de res con hueso, es decir 10,6% menos que en julio del año pasado. En los primeros siete meses de 2006 la producción alcanzó los 1,6 millones de toneladas res con hueso lo que representó una caída del 9% en forma interanual. Es decir, en términos absolutos el país produjo cerca de 159.000 toneladas menos que en los primeros siete meses de 2005. LIQUIDACION Cuando se analiza la composición de la faena por categoría de animal, el dato dado a conocer en el informe de la CICCRA de los siete primeros meses no mostró cambios en cuanto a la decisión de retener o liquidar hembras. Un dato significativo lo aportó la participación de las hembras en la faena total, que se mantuvo en el 36,9%. Este es el valor más bajo para el período analizado desde 1990 hasta la actualidad. Es importante esta variable ya que está en relación con las decisiones agregadas de todos los productores que envían hacienda a faena. Es decir no hay que negar la existencia de casos en que productores, en forma individual, hayan decidido liquidar sus vientres, debido a la incertidumbre que generó el enfrentamiento entre el gobierno y la cadena de valor, sobre todo desde noviembre del año pasado hasta la fecha. Casos aislados como estos pueden haber ocurrido, pero las estadísticas macro sobre la faena total que registran los organismos oficiales todavía permiten concluir que el conjunto de los productores no piensa de esta manera. En este sentido, si el conjunto de los ganaderos hubiese interpretado que el cambio de contexto para el sector era permanente con un escenario de mediano y largo plazo negativo para la actividad se debería haber manifestado en las estadísticas un mayor nivel de faena a partir de abril de 2006 y no una caída como estamos observando hasta ahora. Cuando los productores no ven un horizonte definido sobre su actividad comienzan a liquidar sus existencias y, en especial, vientres, por lo tanto la faena total crece y también se verifica una mayor importancia en las hembras en este total. Los productores siguen apostando la actividad. | 
