| El pasado viernes 28 de julio quedó más que claro que la problemática relacionada con cuestiones meteorológicas, que afectan cada temporada a la producción valletana, va generando mayor interés en distintos sectores de la actividad. En el salón de la Cámara de Productores de General Roca y organizado por la Asociación de Periodistas Agrarios de la Patagonia y el Consejo Profesional de Ingeniería Agronómica, quien firma la presenta nota disertó sobre meteorología, su conocimiento y la información como herramienta para la toma de decisiones, ante un auditorio de más de 180 personas (1). En la actualidad el pronóstico meteorológico del tiempo ha logrado un avance notable en su capacidad de brindar altos porcentajes de aciertos, pero se hace necesario que productores, ingenieros y comunicadores tengan en claro conceptos básicos para poder aprovechar la información. Ante el advenimiento de una nueva temporada de heladas, vaya el siguiente glosario con los principales conceptos: Tipos de heladas: debe comprenderse que existen varios tipos de heladas, siendo el proceso sustancialmente diferente entre cada una de ellas, y por consiguiente deben tenerse en cuenta cuestiones básicas a la hora de establecer estrategias de defensa. 1.- Heladas radiactivas: son las más comunes para la zona. Ocurren cuando aire frío se establece sobre la región. Están asociadas a sistemas de alta presión, a cielos mayormente despejados y bajos contenidos de humedad. Se desarrollan cuando durante la noche la irradiación de la tierra al espacio es tal que el aire en contacto con ella se enfría considerablemente. Debe saberse que para este caso el enfriamiento será mayor cerca del suelo y su intensidad será mayor cuanto menor sea la cantidad de humedad presente. Esta inversión de temperatura hace que todo contaminante, como el producido por combustión incompleta o de neumáticos, quede en niveles cercanos a la superficie formando una nube espesa que no se ventila hasta bien entrada la mañana. Hay que comprender que, si este efecto es muy intenso, puede terminar perjudicando al productor. ¿Por qué? Sencillamente porque las moléculas del humo generado bajo combustión incompleta o de quema de neumáticos no dejan pasar los rayos solares, que no pueden calentar con eficiencia al suelo y éste a su vez al aire. Para el caso de quien no utiliza riego por aspersión, lo importante es reconocer que lo único que eleva la temperatura es el calor suministrado. El humo por sí solo no hace nada porque tampoco tiene capacidad para detener el enfriamiento. 2.- Heladas advectivas: son menos frecuentes, pero las más perjudiciales. Ocurren cuando una masa de aire muy frío invade la región, por lo que su característica es la presencia de viento. Es muy difícil de lograr protección eficiente porque el calor que se pueda dar al monte se pierde rápidamente por turbulencia. Si la velocidad del viento lo permite, es el riego por aspersión el método más eficiente. No es necesario que se produzcan con altas presiones, porque el proceso es totalmente diferente al de las heladas radiativas. Su característica especial es que durante una helada advectiva no se presenta inversión. El aire continúa enfriándose a medida que ascendemos. 3.- Heladas evaporativas: son poco frecuentes, pero tienen la capacidad de engañar en muchos casos. Por ello es importante un buen pronóstico. A diferencia de lo usual, ocurren luego de una jornada con lluvias. Tras el paso de un frente frío que genera lluvias (no deberían ser muy intensas) en la zona, aire muy seco ingresa rápidamente por detrás al tiempo que se despeja el área. Al ser muy seco el aire ingresante, el proceso de evaporación sobre las plantas y el ambiente tiende a ser violento. Como la evaporación es un proceso que resta temperatura al entorno, éste se enfriará de acuerdo a esa capacidad de evaporar. De alguna manera en esa ocasión la humedad presente acelera el proceso de enfriamiento. Punto de rocío y temperatura de bulbo húmedo: es fundamental interpretar estos conceptos. La temperatura del bulbo húmedo es la obtenida de un termómetro cuyo bulbo es envuelto en una muselina empapada en agua (debe ser destilada para que el resultado sea adecuado). Allí ocurrirá el proceso de evaporación que dará lugar a una lectura de temperatura igual o menor a la del aire. Será igual cuando la humedad relativa del aire sea del 100%. Cuanto mayor es la diferencia con el termómetro de bulbo descubierto que mide la temperatura del aire, menor resultará la cantidad de humedad presente. Su lectura es importante para tomar decisiones como por ejemplo en riego por aspersión. Por su parte el punto de rocío surge de aplicar una serie de tablas a las lecturas de los termómetros que acabamos de describir. Es el valor al que debería bajar la temperatura para lograr un 100% de humedad. Cuanto más bajo resulta, mayor es la capacidad de enfriamiento del aire presente. En su descenso la temperatura tenderá al punto de rocío y, una vez alcanzado, el descenso tenderá a detenerse, en tanto y en cuanto no cambie la condición de humedad de la masa de aire en ese proceso. Hoy en día, estaciones automáticas permiten acceder, en forma directa, a estas variables, sumadas al viento, la temperatura y muchas otras. Incluso sus datos suelen ser relevados a alguna página de internet, tal el caso de: http://www.inta.gov.ar/altovalle/ met/clima.htm (1) La presentación puede bajarse de http://rapidshare.de/files /27914191/roca2006.exe.html |