| La pesadilla de productores de frutas y hortalizas, que cada verano pueden perder hasta el 40% de su producción a causa del sol, podría llegar a su fin con la creación por parte de un grupo de ingenieros argentinos de un filtro que disminuye la temperatura de los cultivos. El producto disminuye la carga de radiación ultravioleta, con lo cual se reduce la temperatura de los vegetales en la tierra en hasta siete grados centígrados, informó la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica. El FIL TUE, tal la denominación del filtro, está compuesto por minerales inertes y coadyuvantes que permiten formar una película protectora sobre la fruta reduciendo su temperatura hasta siete grados, con lo cual disminuye la incidencia de la radiación ultravioleta y permite bajar las pérdidas para los productores de un 40% al 4%. “El filtro lo que tiene es una barrera física que actúa reflejando la radiación, que es la causante del daño por el sol”, explicó el ingeniero agrónomo Enrique Errazquin, de la empresa que lanzó el producto al mercado. El daño por el sol, también conocido como “asoleado”, es un fenómeno fisiológico que afecta a los frutos causando pérdidas económicas en aquellas regiones donde hay altas temperaturas e irradiación. La fruta posee una sustancia antioxidante compuesta por ácido ascórbico-glutámico, carotenos y tocoferol, con capacidad para proteger los tejidos hasta cierto punto, pasado el cual la fruta se deteriora de forma irreversible. En los valles del norte patagónico, donde se produce el 80% de las manzanas de todo el país para consumo interno y para exportación, una sola tarde de verano puede quemar hasta el 40% de la producción, con pérdidas por un valor de hasta 1.800 dólares por hectárea. Este novedoso producto no sólo sirve para las manzanas, sino también se puede aplicar a las peras, los melones, el café, el tabaco, la uva de vino y el mango, y están en estudio sus propiedades para el control biológico de plagas. “Un aspecto fundamental fue lograr que el producto se pudiera quitar de la fruta con facilidad, sin que en la misma quedaran residuos, para lo cual se realizaron ensayos en las distintas líneas de empaque que demostraron que el producto se elimina con facilidad”, aseguró Errazquin, de TUE SA. Desde la puesta en el mercado del producto, las ventas se multiplicaron por cinco en un año y ya se está exportando a Brasil con proyección a otros horizontes como Perú, México e Israel. Nada de esto hubiese sido posible sin el aporte innovador del Fondo Tecnológico Argentino del Instituto de la Facultad de Agronomía y del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, con quienes la empresa avanzó en el desarrollo del producto. Según fuentes de la empresa, el proyecto constó de dos etapas: un primer año donde se identificaron las causas fisiológicas del daño por el sol para poder entender el mecanismo mediante el cual se producía el perjuicio en frutas y hortalizas y, una vez identificados los agentes causales, un segundo proceso donde se desarrolló un producto de carácter preventivo para evitar los daños. “Es un ejemplo de una iniciativa privada, sumada al apoyo público”, se indicó. (Télam) |