| NEUQUEN (AN).- Los vientos de la desestacionalización ya alcanzan a los productores de peras y manzanas del Alto Valle. Aunque parezca una verdad de Perogrullo, "cuanto más tiempo retengan su producto harán mejor negocio porque los precios que se obtienen fuera de estación son más altos". La afirmación pertenece a Mario Leskovar, un ingeniero agrónomo residente en Cipolletti y consultor y docente de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad del Comahue que acaba de defender con éxito cum laude una tesis doctoral en la Universidad de Lleida, España. Leskovar volvió la semana pasada con su tesis bajo el brazo, y ahora le espera una tarea de difusión que comenzará el viernes próximo al mediodía en la sede de Agrarias en Cinco Saltos, en el contexto de un curso de administración de empresas. El trabajo introduce una novedad: colaborar para que el productor pueda "determinar la rentabilidad a lo largo de la campaña" mediante la aplicación de una rigurosa metodología de costos sobre la base de distintos precios por destino, según tamaño y estilo de negocio y con la colaboración de los operadores del mercado y los mecanismos de predicción de precios. La tesis, titulada "Rentabilidad económica de las decisiones de almacenamiento frigorífico de manzana y pera en Argentina" y dirigida por José María Gil Roig en colaboración con Monia Ben Kaabia, es la culminación de cuatro años de trabajo durante los cuales Leskovar encuestó a 48 empresas, relevó datos de organismos oficiales Mercado Concentrador de Buenos Aires y recopiló información mensual de la evolución de los precios. Con ese material pudo representar un universo de 154 frigoríficos instalados en el Alto Valle una amplia zona bajo riego que incluye 14 localidades de Río Negro y Neuquén y que concentran el 97% de la capacidad instalada en la región. Se compararon datos y resultados de las temporadas 2001 y 2003. La importancia radica, dijo Leskovar, en que la Argentina es el primer exportador mundial de peras y ocupa el quinto lugar en producción, al tiempo que está en el undécimo puesto en la exportación de manzanas y en el mismo sitio como productor. Dada la importancia económica que reviste la actividad en los niveles nacional y regional, Leskovar se propuso "desarrollar una metodología útil" para los productores y frigoríficos en momentos de "tomar decisiones de comercialización" con el fin de "maximizar la rentabilidad del almacenamiento". En esa dirección, resulta importante "conocer la evolución futura de los precios" para los productores regionales y así poder realizar una mejor gestión de la existencia de fruta en depósito. En la toma de decisiones influirán dos factores: las predicciones de los operadores del mercado y las que se obtengan de los métodos a futuro, que actuarán de manera complementaria. Pero para lograr un diagnóstico más ajustado a la realidad, será necesaria la colaboración entre los sectores oficial y privado, en especial los de las empresas que operan en mercados externos. Se determinó que el 35% de los productores de manzanas y peras "no está integrado". En el período estudiado se registró un crecimiento del almacenamiento en frío y de las empresas que ofrecen ese servicio. Como primera conclusión, Leskovar mencionó la importancia de "retener durante más tiempo el producto". Además, se analizaron los costos asociados de producción, de empaque, de transporte y de frío y se los relacionó con los ingresos, que "dependen mucho si son del mercado interno o del externo" en las dos variedades principales de manzana Red Delicious y Granny Smith y de pera Packham y Williams. El estudio de la evolución anual de los precios y su impacto estacional permitió además ratificar la afirmación inicial: en efecto, el comportamiento de peras y manzanas demuestra un alza en los meses finales del año, ya finalizada la temporada y cuando es inminente el comienzo de la siguiente. De esta forma, "es posible definir cuáles son los meses óptimos y comparar los precios reales con los costos de conservación". | 
