| "Para incorporar las inversiones en este proyecto es necesario tener condiciones objetivas para ello. Estas van desde la estabilidad económica, garantías jurídicas y financieras y cualquier norma que condicione este tipo de inversiones que necesita más de 20 años para cerrar su ciclo", señaló Manzanares Carbonell aclarando que "lo primero es trabajar con escalas pilotos para saber la viabilidad de la región para este tipo de proyectos y no generar falsas expectativas al respecto". Destacó el empresario que, en América Latina, Brasil y Ecuador son lo que llevan la delantera en las posibilidades de captación de inversiones para este tipo de proyectos. Pero está claro que para poder abastecer de biocombustibles a los países desarrollados la oferta es hoy ilimitada. Para tener una idea de las dimensiones de las que hablamos, sustituir el 20% de los combustibles fósiles en los países desarrollados representa la superficie total de cereales cultivada en el mundo. Pero las dudas desde lo macro y lo social son muchas sobre este tipo de iniciativas. Si los biocombustibles llegan a despegar con fuerza, podría producirse un desequilibrio importante en el planeta. El pensador inglés George Monbiot asegura en este sentido que si, como algunos ecologistas demandan, esto se tuviese que hacer a escala mundial, entonces la mayor parte de la superficie arable del planeta debería dedicarse a producir alimentos para coches, no para personas. Estas perspectivas parecen, a primera vista, ridículas. Si no se pudiese cubrir la demanda de alimentos, ¿no se aseguraría el mercado de que las cosechas se utilizasen para alimentar personas, en vez de vehículos? No existen seguridades al respecto. Filosófica y prácticamente, el mercado responde al dinero, no a las necesidades. La gente que posee coches tiene más dinero que la gente que se está muriendo de hambre. "En una competición entre su demanda de combustible y la demanda de alimentos de los pobres, los conductores ganarían siempre", asegura el pensador. En sus escritos Monbiot destaca que esto ya está sucediendo. Aunque existen 800 millones de personas permanentemente subalimentadas, el aumento global de la producción vegetal se utiliza para alimen- tación animal: la cabaña ganadera mundial se ha quintuplicado desde 1950. La razón es que los que toman carne y productos lácteos tienen más poder adquisitivo que los que compran solamente cosechas de subsistencia. "Desde lo macro, éste es sin duda un desafío que tenemos que tener en cuenta al desarrollar masivamente los biocombustibles. La idea no es competir con los alimentos pero somos conscientes de que podrían existir tensiones para mantener ciertos equilibrios", comentó al respecto Serrano Vinué. Señaló el ejecutivo que "este tema fue planteado en la reunión de Kyoto, pero se avanzó para que la puesta en marcha de la industria de biocombustibles sea un mecanismo para que los países en desarrollo puedan despegar económicamente y tener las mismas oportunidades que hoy tienen los desarro- llados. Mercados de alimentos y biocombustibles son mercados paralelos e incompatibles. Eso lo debemos mantener así". Para los ejecutivos españoles, el mercado debe estar regulado para que no existan distorsiones. Para el ministro Accatino, ésta es una oportunidad que la provincia no debe dejar pasar. "El desarrollo de 100.000 hectáreas con nuevas inversiones para poner bajo riego será clave para los productores de las zonas que participan en este proyecto. Existen valles sin desarrollar en Río Negro y ésta puede ser una herramienta para ello. Nosotros ponemos a disposición 100.000 hectáreas sin riego y ellos ponen la infraestructura y la tecnología para desarrollar las mismas. Es una sociedad en la que ganamos todos", señaló el ministro. Los primeros trabajos pilotos ya comenzaron a desarrollarse en la provincia. Habrá que esperar los resultados y analizar sobre los mismos las posibilidades de desarrollo que presenta la región para esta importante alternativa productiva e industrial. Entre las ventajas de producir biocombustibles en la región encontramos: " En Río Negro existen grandes extensiones de tierras aptas para el desarrollo de cultivos oleaginosos, siendo el producto de estos (aceite) el principal insumo para la elaboración de biocombustibles. " Las escalas de producción son económicamente aptas para el desarrollo de la actividad respecto de otras regiones existentes en el país. " La disponibilidad casi ilimitada de agua cerca de estas grandes extensiones provinciales permite, con inversiones en infraestructura, disponer de altos rendimientos por hectárea para todo tipo de cereales que allí se produzcan (siempre y cuando estén dadas las condiciones agroecológicas para los mismos). " Existe en el país tecnología en semillas para encontrar un tipo de oleaginosa que se adapte óptimamente en toda la zona de la norpatagonia. " La provincia presenta una muy buena infraestructura con salida a puertos por distintas vías de comunicación, infraestructura clave para poder exportar lo que se produce a los distintos puntos de Europa. " Desde lo nacional, una producción a escala de biocombustibles permitiría sustituir las potenciales importaciones que necesitará el país a partir de los próximos años, producto de la caída de la explotación de petroleo. | 
