| El desarrollo económico trajo como consecuencia un cambio en el consumo de ciertos productos, y el vino parece ser hoy un indicador de prestigio social. El consumo de vinos 'espirituosos' creció un 72% entre 1993 y 2002. Mientras Rusia se mantiene como el mayor consumidor de alcohol en el mundo (vodka y otros alcoholes) en un 80% del consumo total del mercado, cerca del 40% de los rusos consumen vino ocasional o regularmente. El consumo actual se estima entre cinco y siete litros de vino por persona por año. "Los rusos beben litros de vodka y cerveza, pero ellos también saben apreciar el buen vino", según un importador de vinos de Bordeaux. Rusia es uno de los mercados más promisorios para el vino en el mundo, creciendo hoy a un 12% anual. Los especialistas prevén que las ventas de vinos crecerán un 50% en volumen para el año 2009 y predicen un promedio de crecimiento del 20% anual en los próximos tres años. Un gran porcentaje de los consumidores regulares de vino son mujeres y personas de menos de 34 años. En Rusia el consumo de vino se considera una buena alternativa al excesivo consumo de bebidas muy alcohólicas que tiene profundas raíces entre la gente adulta. Ademas el vino es hoy un signo de éxito social. El mercado de vinos de Rusia es dominado todavía por vinos tintos (60-70% del volumen) a pesar de la importancia de ostras, pescados y mariscos en la cocina rusa. Más de la mitad de los vinos que se consumen en Rusia vienen de Ucrania, Georgia y de Moldavia, vinos muy baratos y enriquecidos con azúcar. En el mismo segmento, hay vinos de mesa franceses con un contenido de azúcar que puede superar los 35 g por litro. Los vinos de rango medio están creciendo en el mercado ruso, donde aún el 70% del vino consumido es de bajo valor. Los vinos franceses en particular tienen muy buena imagen. Entre 2000 y 2004 la exportación de Francia aumentó el 52% y en 2005 el aumento de la exportación en valor fue del 13%. Sin embargo no se debería aventurar en un mercado que no está aún preparado. "Muchos empresarios sobreestimaron el potencial del mercado ruso para los vinos occidentales -advierte un importador de vinos franceses-. Y muchos se dieron cuenta después de que sus productos no estaban adaptados al gusto local". | 
