"En un momento, pensé que nos quedábamos sin na-da. Y no fue por un error en el manejo. Se rompió una punta de eje y perdí una goma", recordó "Maxi" Debasa ni bien dejó el auto en el parque cerrado y antes de empezar a festejar con su gente la doble conquista, como fue ganar la Vuelta de la Manzana y anticipar su consagración en el certamen argentino en el Grupo N-3.
- ¿Qué susto?
- No lo podía creer. Menos mal que este auto es un tanque. El primer mérito es de Oscar Millán y su hijo, quienes fueron los que lo armaron. Y después de mi equipo, que lo mantiene como si fuera un cero kilómetro.
- ¿Una prueba durísima?
- Sí. Nunca pensé que se nos podía complicar. Después de la penalización tuve que salir a arriesgar para volver a marcar diferencia sobre mis rivales.
- ¿Misión cumplida?
- Me llevo lo que vine a buscar. Gané la "Manzana" y el título.