El Burrito Ortega en All Boys y el Mellizo Barros Schelotto en Gimnasia van a tener 37 años cuando comience el Clausura 2011. Los dos son ídolos y jugadores "distintos" por habilidad, características diferentes y talento ofensivo. También difíciles, no sólo para los rivales y por causas ajenas. Ariel ahora en el Albo, y Guillermo, de vuelta en el Lobo luego de 13 años, todavía están en carrera.
Una curiosidad: antes de Claudio Borghi, oca tentó al Melli como DT y se dijo que había "incompatibilidad" con otro ídolo, JR Riquelme, pese a que fueron compañeros del ciclo más exitoso del club.
La vuelta de Guillermo fue un suceso para la mitad de La Plata. Más de 6.000 hinchas del Lobo se dieron cita en la primera práctica del último gran ídolo del club platense.
En lo que podría ser un récord, el Mellizo también es (¿era?) idolatrado en Boca. La rápida solución al conflicto Ortega en River, vía préstamo a All Boys, produjo otro suceso. En Floresta y en la Costa.
En Mar del Plata, más de 200 hinchas de River con bombos y platillos le fueron a "reclamar" a JJ López por el "despido" del último ídolo riverplatense. En la práctica de los Albos hubo una aglomeración inusual para cualquier pretemporada o antecedente de All Boys en otros veranos.
Ambos alcanzaron una buena posición económica como profesionales del fútbol en los 18 años de trayectoria. Los dos debutaron a fines del ´91. Los dos jugaron como compañeros en el ´97 en el seleccionado nacional de Daniel Passarella, en las eliminatorias del Mundial de Francia.
Guillermo apenas estuvo un tiempo y medio contra Paraguay, cuando Argentina igualó 1-1. En la carrera de ambos nada fue una "línea recta" a partir de 2006.
El Mellizo debió ir al banco con Jorge Benítez en Boca. El Chino, ya en febrero de 2005, prefirió a Rodrigo Palacio. Con la eliminación en la Libertadores, Barros Schelotto fue uno de los que "no contribuyó" para la continuidad del DT y enseguida, echaron al Chino.
Ortega volvió al Millo hace cuatro años. En enero de 2007 debió asumir su adicción y River lo "protegió" a instancias de Passarella, especie de "padre sustituto" desde 1994. El Burrito inició un tratamiento en Chile. Desde la clínica especializada reclamaban al club "mayor compromiso" con el enfermo.
Barros Schelotto, curiosamente, aceptó ir al banco con Alfio Basile. El Coco lo ponía de a ratos, especialmente cuando el partido era "chivo" y necesitaba algún "oxígeno". Lo mismo intentó Ricardo La Volpe.
Por el lado de River, Diego Simeone repitió el mecanismo con Ariel en el Clausura 2008. Entrando de a ratos fue factor clave en los encuentros decisivos.
El Mellizo se fue a Estados Unidos cuando Miguel Russo era el DT y Ortega debió irse a Independiente Rivadavia de Mendoza, a préstamo, un poco después.
Un entredicho con el Cholo, muy parecido al reciente con JJ, pero el Apertura 2008, marcaron el final de un nuevo ciclo con la camiseta de River.
Entretanto, el carácter difícil del Mellizo vivió un aparente "recreo" en el fútbol norteamericano. Además, seguramente, del tributo económico. Allí, figura durante tres años.
Ortega, gambeta, freno y amague, "Nada por aquí, nada por allá", decía el "Mago Fa Fa". No sólo enloqueció rivales, también al pueblo riverplatense en varios períodos.
Desborde por las dos puntas y centros milimétricos fueron las claves de Barros Schelotto. Asistiendo a Martín Palermo en el Boca de Carlos Bianchi, cuando entre 1998 y 2001 el "xeneize" ganó todo.
Parecidos y diferentes. Con años y mañas, el Burrito Ortega y el Mellizo Barros Schelotto son las atracción del verano. (Télam, José Luis Ponsico)