Cuando la segunda etapa ya era historia y los cuerpos empezaban a encontrar un poco de alivio, Fernando Pércaz fue uno de los primeros en reconocer que el recorrido Roca-Villa Regina fue "muy duro por el calor".
El representante de Luis Piedra Buena juró estar "tranquilo" para encarar las próximas jornadas y señaló que "a pesar del esfuerzo de hoy (por ayer), terminé entero".
El puntero de la general en K-1 séniors explicó que durante la primera parte de la carrera controló el andar de Pascual Orellana y ambos botes navegaron junto al doble formado por Emanuel Carnicero y Lucas Mícoli.
Pero Pércaz contó que en un momento se descuidó, "le ayudé a Mícoli a limpiar el timón y Orellana se me escapó", reseñó.
Si bien ese desliz le dolió un poco, Pércaz está tranquilo porque sabe que los 35 segundos que mantiene de diferencia valen mucho, ya que el esfuerzo lo deberá hacer Orellana y navegando juntos puede controlar a su rival.
Por último agregó que "este año el gasto de energía es grande por la forma de largar, ya que los K2 imponen el ritmo desde el principio y andan muy rápido".
En el cierre del parcial, Orellana, representante de la Asociación Italiana, pudo cerrar la etapa junto al bote de José Caliani-Mauro Gaona, y achicó la brecha.
Andrés Busnadiego-Fernando Cadenasso fue de las duplas que más sufrieron, ya que se les rompió el timón. "Le dimos duro para recuperar terreno y no me quedó resto", sostuvo Busnadiego, quien recordó el desgaste del sábado, cuando salieron a marcar diferencia y fueron el séptimo bote más rápido.