El técnico del Real Madrid, José Mourinho genera amores y odios. Y ayer le gente del Villarreal ingresó en el grupo de los segundos, luego de que el portugués festejara el cuarto gol de su equipo delante del banco de suplentes rival.
"He ido a celebrar el gol con mi hijo, que está por detrás del banquillo visitante, y los de Villarreal pensaron que estaba provocando. Espero que cuando uno lo jura por su hijo le crean", aseguró el DT tras el partido.