Una vez más, Europa se lleva lo mejorcito que el fútbol argentino mostró en las últimas temporadas con un detalle singular: ninguno de ellos emigró a una liga importante. Veamos.
Dos cruzaron la cordillera: Marcelo Cañete dejó Boca para irse a la Universidad Católica y Matías Pérez García abandonó All Boys para ponerse la azul de Universidad de Chile; José Luis Fernández fue traspasado de Racing al Benfica de Portugal. A Rusia se fue Marcos Rojo (de Estudiantes al Spartak Moscú) y a Ucrania, Jonathan Cristaldo (de Vélez al Metalist) y Sebastián Blanco (de Lanús al Metalist). Por último, Mauro Formica cambió la roja y negra de Newell´s por la amarilla y roja del Galatasaray turco.
Argentina vendió cerca de 1.800 futbolistas entre el 2009 y el 2010. Además, la disminución de las restricciones para jugadores extranjeros de los clubes europeos derivaron en un incremento de cerca del 800 por ciento en la exportación de futbolistas argentinos en cinco años.