A Julio Falcioni se le truncó la ilusión de llegar a Tandil con uno o dos refuerzos como pretendía aunque tiene dos historias abiertas que podrían acelerar los tiempos: la situación que se dio en Banfield con Walter Erviti y las gestiones de Boca con Vélez por Leandro Somoza.
El plantel partió ayer a la tarde en micro charter rumbo a la Posada de los Pájaros para iniciar la pretemporada, pero no hubo caras nuevas.
Vélez quiere la plata
Lo de Somoza se viene postergando, pues Boca trata de bajar el resarcimiento de 700 mil dólares que pide Vélez por los seis meses de contrato del préstamo por el jugador. La institución de Liniers rechazó el ofrecimiento de otros jugadores, como Ricardo Noir y Jesús Méndez, como parte de pago.
En tanto, Erviti sorpresivamente entró en una licencia especial de tres días que Banfield argumentó por "problemas personales", aunque en realidad el jugador se habría molestado por considerar que la dirigencia del Taladro traba la operación. Boca ofreció 2 millones de dólares por Erviti. Banfield se mantiene en sus trece (ver aparte).
El taladro no lo suelta
El vice de Boca José Beraldi pareció echar más leña al fuego en torno a la situación Banfield-Erviti.
"Portell me dijo que no tenían deseos de desprenderse del jugador", afirmó por radio La Red.
El gerente general de Banfield, Héctor Clide Díaz, opinó que no era suficiente la propuesta aunque no le cortarían la carrera al futbolista.
Nada parece fácil para Boca, porque Darío Cvitanich tiene un precio muy alto puesto por el Ajax, y se trabó el trueque con San Lorenzo.
A Boca iba a recalar Diego Rivero, pero Matías Giménez, quien dijo estar dispuesto a pasar a San Lorenzo, viajó con el plantel de Boca a Tandil.