No fue un año grato el 2010 para Juan Román Riquelme. A los sinsabores deportivos con la camiseta de Boca, se sumaron los cruces con Diego Maradona por la Selección y la operación en su rodilla izquierda que casi le impidió jugar en el segundo semestre. Pero la gran novela de Román tuvo como principal argumento la renovación de su contrato con Boca. "Puede ser mi última vez en La Bombonera", advertía Román una semana antes del partido con Huracán (2-0), por la Fecha 18 del torneo Clausura.
Desde entonces, la estrategia de Riquelme fue decir que estaría abierto a otras ofertas de otros clubes y que la posibilidad de no seguir en Boca era real. "Hace 40 días que no me llaman para la renovación. Me obligan a escuchar otras ofertas", decía JR el once de Mayo.
De su lado tenía al flamante entrenador Xeneize, Claudio Borghi, quien afirmaba que "Riquelme me resuelve todo". (3/6) "Tengo debilidad por Román". (25/6).
Pero Riquelme no era el único ídolo con contrato en veremos. También Martín Palermo esperaba por su renovación. Sólo que el goleador firmó antes, el 21 de julio, y sin novela mediante. Un día después, el 22, las cosas con Riquelme parecieron llegar a su punto más crítico: "Me ofrecieron cosas que son para reírse", diría JR sobre la propuesta de Boca. Mientras tanto, Borghi se preparaba para lo peor: "Me imagino un Boca sin Riquelme" (24/07).
El 26, Román avisaba que "esto ya no da para más", en una mezcla de cansancio real y presiones varias. Un día después, el Bichi aclaraba que "a Riquelme lo espero hasta el cansancio". El 28 de julio, apuntaba que "me siento jugador de Boca", en un claro indicio de que las cosas iban por buen camino. Pero no sería hasta el 12 de agosto que firmaría su esperada renovación.
No fue nada fácil para la Comisión Directiva llegar a un acuerdo: la votación fue de 9-8 con el voto decisivo del presidente Jorge Ameal. Fue su voluntad lo que inclinó la balanza en favor de Riquelme. Daniel Angelici, tesorero del club, fue el principal opositor a las condiciones económicas bajo las que el jugador iba a firmar. Riquelme apenas pudo jugar ante Argentinos (0-2) y medio tiempo ante River (0-1). Tras la derrota en el Monumental, Román se despidió hasta 2011 y Borghi se despidió de Boca. Por segunda vez en el año, aparecería Tito Pompei.