El Naranja ya es cosa seria. Ayer superó una prueba de fuego clave ante un rival siempre difícil como es Deportivo Madryn y sigue prendido en la vanguardia de la Zona 1.
La principal virtud de este Deportivo Roca fue su serenidad para ir en busca del resultado, confiando en un planteo predeterminado pero flexible a la vez, que le permitió adecuarse a los imprevistos propios de juego.
Ayer Roca supo adecuarse al intento de presión que trató de ejercer el aurinegro en la mitad de la cancha, apelando a la movilidad y al toque rápido. Además, logró sobreponerse al fuerte viento (en contra en el primer tiempo) que cruzó el Maiolino apenas comenzó el encuentro.
En el arranque, Roca sólo se aproximó al arco de Mulieri con disparos de media distancia (hubo un intento de Luna y otro de González), pero en la primera jugada hilvanada, llegó al gol. Fernández se proyectó con criterio, mandó un centro rasante que después de un desvío, le quedó a González para que el guaraní anotara el 1-0.
Pero cuando el Depo todavía festejaba, Bona tomó un tiro libre frontal y a su buena pegada le sumó la ayuda del viento para asistir a Mansilla, quien de cabeza igualó las cosas. Iban 17´.
Antes del descanso, el autor del empate tuvo otras dos chances y Roca contestó con un disparo de Luna, que se fue afuera por poco.
En el complemento, Roca ya no manejó las cosas con tanta tranquilidad porque Madryn ajustó marcas, pero se equivocó al querer cerrar el partido de manera prematura.
Eso facilitó las cosas del Naranja, que si bien no estuvo tan fino como al comienzo, siguió mandando en el juego.
A los 24, luego de una salvada providencial de Mulieri, López aprovechó un buen centro de Fernández y de cabeza el goleador le dio la ventaja a Roca. A pesar de que faltaban 20 ´ para el final, Madryn no supo cómo inquietar al Naranja, salvo una gran atajada de Sand a los 37´, quien le impidió el empate a Bona.
Gran victoria del equipo de Pancaldo, que a falta de una fecha para el final de la segunda ronda, está en zona de clasificación