El español Fernando Alonso encontró rápido al culpable de haber perdido en Abu Dhabi la posibilidad de ganar el tercer título de Fórmula 1 y fue el piloto ruso Vitali Petrov.
Alonso reprobó al final de la prueba con claros gestos a Petrov, al que no pudo superar, lo que le condenó a un insuficiente séptimo lugar, mientras el alemán Sebastian Vettel ganaba el Gran Premio y el título.