Juan Román Riquelme está a menos de una semana de volver ponerse la camiseta de Boca, después de más de cuatro meses ausente por su lesión en la rodilla. Todos esperan ansiosos su retorno, pero él le baja los decibeles al entusiasmo. "El año próximo los jugadores que llegaron como refuerzos van a estar más afianzados, mejor. El torneo que viene Boca va a estar muy cerca de ganarlo", reconoció ayer en Radio América.
El diez jugará el primer partido del torneo contra Argentinos, para llegar de la mejor manera al clásico con River, en la fecha 14.
Con respecto a lo que será el año próximo, cuando a Boca se le vaya una temporada de 61 puntos, para Riquelme el panorama no será complicado. "No pensamos en eso", dijo con respecto a la promoción, y además señaló que sólo tienen la mente puesta en encontrar la manera de jugar". "Van 12 partidos y todavía nos cuesta encontrar regularidad", disparó Román.
¿Cómo se dispondrá tácticamente ahora que vuelve Román? El 3-3-2-2 utilizado ante Huracán e Independiente no les gustó a varios. ¿Seguirá ese sistema o Borghi regresará a su 3-4-1-2 ideal? En las últimas prácticas, el DT puso a Román como único enlace, ya que el experimento de dos creadores juntos (Chávez y Escudero) no funcionó. Y ese problema quedó expuesto en el mediocampo. Contra Independiente, a Battaglia se lo vio desbordado. Si bien se siente más cómodo como único volante central, atrás tenía sólo a tres defensores y a sus costados a dos carrileros demasiado abiertos.
La idea original de Borghi era que Chávez o Escudero armara un doble cinco a la hora de recuperar la pelota. Pocas veces sucedió. Y Battaglia sufrió cada vez que tuvo que ir a algún costado a presionar. Se supone que con Riquelme, Boca tendrá mayor posesión de pelota. Pero Román necesita de carrileros que le pasen por afuera.
Si contra Argentinos para a Erbes en lugar de Chávez, Borghi perderá un socio para Román, aunque ganará en equilibrio. Así, con un doble cinco (Battaglia-Erbes), los dos carrileros (Clemente-Giménez) tendrían mayor libertad.
