Los futbolistas del Racing le negaron el saludo a su parcialidad tras el triunfo ante Argentinos, en Avellaneda. Esa reacción surgió como demostración de repudio por el rayón que le hizo la barrabrava al auto de Braian Lluy, tras la derrota ante Independiente.
En el entretiempo hubo insultos desde los cuatro costados y la furia reapareció a pesar del triunfo porque los jugadores se fueron sin saludar.
Hubo insultos y más de un centenar de hinchas fueron a la zona de los vestuario para rodear el micro. Clima denso en el Cilindro.