El neuquino Francisco Troncoso le puso el pecho a la adversidad y tanto en la serie como en la final apretó los dientes para redondear un buen trabajo en el autódromo de Centenario.
Las complicaciones para Troncoso empezaron en la segunda serie, donde largaba desde la cuarta fila. El auto se quedó parado y cuando movió el resto estaba muy lejos.
"Después de las comunitarias en Buenos Aires el equipo cambió el motor y el embrague quedó más corto. Pensé que era un error mío, pero en la final volvió a pasar lo mismo", comentó Troncoso después de la extenuante prueba de la Endurance Series.
Cuando volvió a acelerar estaba último. Giró casi más rápido que en clasificación y avanzó cuatro lugares para terminar duodécimo.
En la final largó 24 y otra vez el embrague que lo hizo perder unas cuantas posiciones. No se desesperó y esperó que se acomodara la fila india.
Empezó a avanzar hasta que llegó a Juan M. Silva, con el que ganó y perdió en varias maniobras, pero juntos fueron avanzando hasta terminar 17.
"En una categoría con autos de rendimiento tan parejos es complicado avanzar y mucho más cuando estás muy atrás", comentó el neuquino.
Troncoso destacó que "con Silva hicimos buena maniobras, es mañoso y no se entrega nunca. Pero nunca nos tocamos y cuando terminó la prueba me felicitó".
El neuquino, quien se alista en el Toyota Team Argentino, completó la novena prueba de su primer certamen en la afamada categoría, en la que hasta el cuarto lugar en Roca se convirtió en su mejor resultado.