Por octava vez en su historia, Estados Unidos conquistó ayer el Mundial de básquet femenino, tras vencer en la final al equipo anfitrión de la República Checa por 89 a 69, mientras que España ganó a Bielorrusia 77-68 en el pleito por el bronce.
El ´Dream Team´ femenino, que se ha colgado las cuatro medallas de oro olímpicas, reconquista un título que ya consiguió en 1953, 1957, 1979, 1986, 1990, 1990 y 2002. En 2006, donde Australia se llevó el oro, había caído en semifinales ante Rusia.
Estados Unidos sella así su hegemonía en el básquet internacional, apenas tres semanas después de que el equipo masculino se proclamara campeón del mundo, en Turquía.