Claudio Borghi no sabe qué hacer. Ni con su equipo ni con su continuidad. Boca se esfuerza por jugar como él quiere, pero no le sale y pierde. O le sale más o menos e igual pierde, como ayer ante Lanús. Tampoco está seguro si seguir o irse.

Dicen que ayer, en el vestuario de La Bombonera había decidido irse y que sus jugadores lo convencieron para que se quede. "No estoy renunciando. Por ahora sigo siendo el DT de Boca", se anticipó el Bicho a los periodistas.

Ayer, Boca impuso un persistente dominio sobre Lanús, pero no encontró la definición y sobre el final fue su rival el que se quedó con el triunfo por 2-1.

Sumamente afortunado resultó para el equipo granate el desenlace, ya que a lo largo de los 90 minutos asumió una actitud pasiva, logró salir muy pocas veces en contraataque y sin embargo los tres puntos viajaron al sur.

Cuando parecía que el 1-1 era irreversible y el empate ya era un castigo para Boca, en el tiempo recuperado, el árbitro Saúl Laverni observó un presunto penal de Clemente Rodríguez a Eduardo Ledesma, expulsó al jugador local y permitió que Agustín Pelletieri, desde los once metros, sellará el 2-1, ya en los 49 minutos.

Boca fue más agresivo y profundo que en otros partidos, fabricó suficiente cantidad de situaciones de riesgo como para sacar ventaja, pero no logró anotar, quedó expuesto por su permeabilidad defensiva y no se llevó nada. A los 8 minutos, Blanco envió un remate bajo y cruzado que ante la débil oposición de Cristian Lucchetti se transformó en el 1-0 para los visitantes.

Desde entonces prácticamente toda la etapa inicial fue de Boca, que ante un rival que se limitó a esperarlo fue acentuando su dominio, primero atropelladamente, pero poco a poco fue mejorando por la prolijidad de Marcelo Cañete y Jesús Méndez, mientras comenzaba a ser factor de desequilibrio Gaona Lugo por derecha.

A los 33 llegó el empate: Cañete ejecutó un córner desde la izquierda al palo más cercano, hubo un rebote y Juan Manuel Insaurralde metió el cabezazo que superó a Agustín Marchesín.

Los primeros 20 minutos de la etapa final fueron otro monólogo de Boca ante un rival que no aparecía, pero el equipo de Claudio Borghi se repitió con centros.

Pasada la mitad del período, Boca sintió el desgaste, se quedó sin el agotado Gaona Lugo y las llegadas ya no fueron tan claras. Lanús llegó por primera vez en el minuto 37, cuando Lucchetti le ganó un mano a mano a Blanco. A los 47, Marchesín salvó con el pie un tiro libre de Matías Caruzzo y la siguiente acción fue el penal para Lanús, el gol y el triunfo granate.