En un partido de muy bajo vuelo, en el cual se corrió más de lo que se jugó, Huracán y Godoy Cruz igualaron 1 a 1, resultado que castigó más a los mendocinos, que hicieron un poquito más que su rival para quedarse con la victoria.
Huracán tuvo el debut de Miguel Angel Brindisi como entrenador, que consideró "importante no perder" en el primer partido que conduce al Globo, cuyos hinchas le dieron una calurosa bienvenida.
Ambos conjuntos terminaron el partido con un hombre menos, a raíz de las expulsiones de David Ramírez, a los 15 minutos del primer tiempo, y Gastón Machín, a los 37 del complemento.
Huracán propuso desde el comienzo y Godoy Cruz dispuso, porque cediéndoles le protagonismo al local, encontró la manera de abrirle espacios en la defensa y encontrar el camino directo hacia el arco de Gastón Monzón.
El Globito careció de volumen de juego, a pesar de que intento ser prolijo, y por eso rebotaba una y otra vez contra la defensa de Godoy Cruz y además, cuando perdía la pelota tenía muchas dificultades para retroceder.
Antes del gol, el Tomba perdió a Ramírez, expulsado con roja directa por pegarle una patada a Gastón Machín sin intención de jugar la pelota. A los 43 minutos. Rojas ejecutó un córner desde la izquierda, y tras una serie de rebotes, la pelota le cayó a Sigali. El defensor fue derribado por Ezequiel Filippetto en la puerta del área grande, y Diego Abal cobró el penal. Jairo Castillo ejecutó la infracción, Monzón se lo desvió, pero la pelota volvió a caerle al delantero colombiano, quien sin oposición puso el 1-0.
Cuando parecía que los mendocinos se iban al vestuario en ventaja, llegó el empate. Filippetto envió un centro desde la izquierda, Ibáñez fue a buscar la pelota, pero esta se le escapó inexplicablemente, y le cayó a Machín, quien con el arco libre la mandó al fondo de la red.
En el complemento se corrió y se luchó mucho, pero casi no se jugó y el partido resultó tedioso. Sobre el final, con Huracán con 10 hombres por la expulsión de Machín, Diego Villar pudo darle la victoria a los mendocinos, pero su remate, bien colocado, fue enviado al córner por Monzón.