A partir de un estupendo Ariel Ortega, River se encaminaba hacia un valioso triunfo que le permitía quedar sólo un escalón por debajo de la punta. Pero cuando creía que tenía el triunfo asegurado se durmió y Miguel Caneo lo devolvió al partido.

Cuando al partido no le quedaba casi nada, el roquense le dio el empate agónico a Quilmes. De cabeza y en una aparición fantasmal por el segundo palo, Caneo venció a JP Carrizo y le dio un poco de aire a la delicada situación del DT cervecero Hugo Tocalli. Quilmes marcha último (5 puntos) y es el único equipo que aún no ganó.

El fútbol algunas veces premia y en otras castiga: el equipo local tuvo todo para ganarlo (tras jugar un muy buen ST) y ponerse en ventaja con el gol de Mariano Pavone, pero no lo definió.

Entonces cuando todos menos se lo imaginaban (tanto los de River como los de Quilmes) apareció Caneo (como en el 2005) y puso el 1-1 final. Idéntico marcador que ese año.

El inicio de la historia en el Monumental de Núñez mostró a dos equipos distintos: uno, River, con la intención de asumir el protagonismo, y otro, Quilmes, parado claramente para jugar de contra.

El conjunto de Cappa no prevaleció, porque no manejó bien la pelota y, por ende, careció de profundidad en ataque. Buonanotte intentó sin éxito convertirse en el conductor, y Pavone y Rogelio Funes Mori quedaron aislados.

Pero con el transcurrir de los minutos River creció en el juego, más por búsqueda constante que por virtudes y tuvo dos chances claras a través de Funes Mori.

Sin embargo el desahogo millonario llegaría apenas comenzado el complemento, cuando ya estaba Ariel Ortega en el campo, que le dio frescura al ataque.

A los 2´ el Burrito ejecutó un corner desde la derecha, para que el Tanque tomara la pelota de volea y la ubicara junto al palo izquierdo. Era el 1 a 0. De esta manera, Pavone (cuyo último gol en el fútbol argentino había sido en el Clausura 2007) anotaba el primero con la camiseta de River.

La conquista sirvió para darle más confianza a River, y de los pies de Ortega se vio lo mejor. Funes Mori y Pavone perdieron en sendos mano a mano frente a Trípodi y el Millo estaba más cerca del segundo que Quilmes de la igualdad.

Pero a los 18´, Tocalli movió el banco e hizo ingresar a Caneo (por Torres) para darle más juego a su equipo y le hizo pagar el precio a River de no saber cerrar el partido. Entonces en el descuento llegó el gol y en la última jugada casi lo gana con JJ Morales.

Quilmes se llevó más de lo que mereció, pero la ineficacia goleadora de River ayudó para que el milagro cervecero sucediera.