Las súplicas por lluvia de Novak Djokovic surtieron efecto. Una lluvia pertinaz forzó ayer la postergación para hoy (a las 17) de la gran final del US Open entre Rafael Nadal y Novak Djokovic, lo que le dio al serbio el descanso que deseaba tras luchar durante cinco sets con Roger Federer.
Es el tercer año consecutivo que la definición del último GS de la temporada se disputa con tardanza. Luego de vencer a Federer, Djokovic se frotó las manos al enterarse de la posibilidad de aguaceros para el domingo.
"Fue bueno que cancelaran a las seis de la tarde, no tenía sentido esperar hasta las ocho de la noche", dijo Carlos Costa, agente de Nadal. El español pasó buena parte del día en el vestuario, esperando el inicio del juego. "Rafa se lo tomó con mucha calma, estaba preparado para la posibilidad de que lloviera", añadió Costa.
Mientras tanto, el serbio peloteó por la tarde con Jack Sock, el estadounidense que ganó el torneo juvenil, y pasó el día viendo golf y fútbol americano. "No conozco cuáles son los rituales para convocar la lluvia, pero un día extra (de descanso) sería grandioso, sí", había dicho en la noche del sábado, risueño después de ganar un partido increíble y maratónico frente al gran Roger.
Nadal busca conquistar el único Grand Slam que no ganó para sumarse a Fred Perry, Donald Budge, Rod Laver, Roy Emerson, Agassi y Federer como uno de los siete hombres capaces de triunfar en los cuatro grandes escenarios del tenis.