Después de dos derrotas seguidas, Vélez se recuperó nada menos que ante River, al que venció 2-1, en un electrizante partido jugado en el Amalfitani de Liniers. Vélez suma 12 puntos y es líder del Apertura, junto con Arsenal.
El equipo de Ricardo Gareca venía de una caída por el Apertura ante Boca (1-2) y otra por la Copa Sudamericana ante Banfield (0-1). Pero ayer recuperó su talla futbolística y le ganó bien a un River que sigue mostrando un déficit en la creación del juego y el manejo de la pelota.
Vélez controló tácticamente el juego aún cuando promediando el complemento quedó con un jugador menos por la expulsión de Leandro Somoza.
Al principio se vio un encuentro muy luchado, en el que ambos equipos dejaron en claro que el choque era clave para la búsqueda de los primeros lugares.
De todos modos, fue Vélez el que desde temprano con las apariciones de Martínez, Papa y Moralez por izquierda puso en aprietos a su oponente.
La ventaja llegó en el minuto 33: Iván Bella por derecha habilitó en cortada a Martínez, quien solo y ante la mirada de los defensores de River, que pedían una posición adelantada inexistente, definió cruzado.
A partir de entonces, el equipo de Ricardo Gareca se adueñó del juego ante un River que no le encontraba la vuelta para vulnerar en los metros decisivos a la firme defensa velezana.
Pero a los 41 minutos, Buonanotte, quien un minuto antes del gol de Vélez había ingresado por el lesionado Lanzini, controló la pelota fuera del área, tras un pase de Facundo Afranchino, y de derecha anotó el 1-1 con un tiro esquinado.
El complemento mantuvo la tónica de lo que fue la primer episodio porque pese a algún intento aislado de River fue Vélez el que explotó al máximo el poderío individual de Martínez, Moralez y, sobre todo, Silva. quien se tornó incontenible para la última línea millonaria.
Fue así que a partir de una gran combinación entre Martínez y Zapata y el pase del zurdo a Silva se produjo la falta de Maidana dentro del área que el propio uruguayo se encargó de transformar en el 2-1, a los 13 minutos.
Pese al ingreso de Mariano Pavone, River no fue más que un puñado de voluntades, que casi nunca puso en aprietos a la sólida defensa fortinera.