Lewis Hamilton apretó el acelerador y tomó distancia. Pasó sin problemas la primera curva y se alejó de sus rivales en el Gran Premio de Bélgica. Con su tercera victoria, se convirtió en nuevo líder del Mundial.

El primero que se equivocó fue Mark Webber, quien no aprovechó largar desde la "pole".

En pocos metros perdió cinco posiciones, superado por Hamilton, Jenson Button, Robert Kubica, Sebastian Vettel y Felipe Massa.

Las posiciones volvieron a cambiar antes de terminar la primera vuelta cuando una llovizna motivó el despiste de los líderes en la última curva.

Hamilton y Button seguían al frente, Vettel se colocaba tercero y Kubica tenía que defenderse de los ataques de Webber, quien había dejado atrás a Massa.

En ese mismo sector Rubens Barrichello se llevó puesto a Fernando Alonso y se neutralizó la prueba.

El auto de seguridad no fue obstáculo para Hamilton. Siguió adelante y se alejó del resto aprovechando la lucha entre Button y Vettel, que terminó en un toque en la vuelta 17.

Vettel fue penalizado y poco después rompió una goma en un roce con Vitantonio Liuzzi. Segundo error que beneficiaba a Hamilton, ahora escoltado por Kubica y Webber.

En la vuelta 35 el clima le puso un condimento extra a la prueba. Comenzó a llover con intensidad y eso casi le cuesta el triunfo a Hamilton. Tuvo un despiste, pero no perdió demasiado tiempo.

Ingresó a boxes para poner gomas para lluvia y lo mismo hicieron sus escoltas. Después del cambio, Hamilton mantuvo la punta, pero Kubica perdió tiempo y le dejó el segundo lugar en bandeja a Webber.

A seis vueltas del final apareció nuevamente el auto de seguridad. Esta vez por el despiste y abandono de Alonso. La prueba se reanudó cuando faltaban cuatro giros para la bandera de cuadros. Hamilton no tuvo problemas en mantener la posición aprovechando la mejor visibilidad que tenía por liderar el pelotón.