Hay quienes cuando quieren tener protagonismo lo único que hacen es entorpecer el trabajo ajeno. Eso ocurrió en el cierre de la Vuelta de la Manzana. El protagonista fue Adolfo Castello, integrante de la CDA, que tiene a su cargo el contralor del Rally Argentino y no tuvo mejor idea que impedir el ingreso de los periodistas al parque cerrado y hablar con los protagonistas fue un caos.
Agolpados a la salida del parque cerrado tuvieron que trabajar los medios de prensa. La decisión de Castello fue desacertada. Encima, cuando llegó la última tripulación del Argentino se fue del lugar. Se ve que estaba apurado, porque se olvidó que todavía faltaban los del regional, que se merecen el mismo trato.
La prensa ayuda con la difusión que busca y necesita la categoría, pero hay personajes que no lo entienden, sólo les preocupa irse rápido y eso que acá lo atienden como a los reyes.