La 40ª edición de la Vuelta de la Manzana en algo se pareció a las anteriores y fue su exigencia. Si bien sólo se repitieron los tramos de la segunda etapa, el cincuenta por ciento de los que encararon el desafío quedaron afuera. Sólo 43 completaron la prueba, más algunos que se reengancharon y tuvieron su premio consuelo.

Si bien la primera etapa se convirtió en un filtro para las ilusiones de unos cuantos, en la segunda también abandonaron unos cuantos.

Es más, hasta se registraron algunos tumbos, como los que protagonizaron Juan M. Marchetto y Agustín Elvira.

Esta Manzana tuvo 90 anotados, de los cuales 86 iniciaron el súper especial que se cumplió el pasado viernes adentro del canal principal de riego en Roca.

Si la prueba fue durísima, como se esperaba en la previa, también hay que destacar las ganas de los pilotos y navegantes para poder superar las adversidades.

Hubo algunos que tuvieron problemas en la previa y trabajaron horas extras para terminar sus autos, otros que los rompieron en la primera etapa y los tuvieron listos para la segunda, porque en la Manzana también disputan su propia prueba los mecánicos, desafiando el frío y toda clase de complicaciones.