En el Rojo, la ausencia de un enganche definido para un equipo con línea de cuatro defensores, obligaba a un mediocampo activo y con llegada al área rival.

Pero la línea media de Independiente falló en todos los aspectos, en la marca y fundamentalmente en la generación de juego.

El debutante Nicolás Cabrera tuvo una actuación discreta, pero así y todo fue el mejor de los del medio. Si bien los ataques de Vélez fueron por ese sector, prosperaron por el flojo desempeño de sus compañeros y no tanto por el suyo.

A Cristian Pellerano lo perjudicó que el equipo no tuviera la pelota y no pudo hacer valer su buen pie. Y falló en la faceta defensiva, ya que Maxi Moralez lo volvió loco.

Otro que estuvo de estreno con la casaca roja fue Roberto Battión. El ex Banfield estuvo muy flojo en la recuperación, no se entendió nunca con Pellerano y Vélez se hizo un festín en el medio. Con Silvera solo arriba, las obligaciones arriba recayeron en Pacheco, que también desaprobó.