Bajó de su Red Bull y lo besó. El austríaco Mark Webber lo hizo como agradecimiento a un auto que se comportó a las mil maravillas en el tortuoso circuito de Hungaroring, donde ayer se cumplió el Gran Premio de Hungría. Y eso que lo castigó en las primeras vueltas luego de decidir largar la duodécima fecha del Mundial con gomas blandas.
Fue una apuesta arriesgada en un circuito tan trabajo, pero su recompensa fue grande, porque logró su cuarto triunfo en el certamen y de paso se convirtió en el líder del Mundial.
El "aussie" largó segundo y desde la "pole" lo hizo su compañero de equipo, el alemán Sebastian Vettel. Su partida no fue buena y le cedió la posición al español Fernando Alonso, quien buscaba otra victoria con su Ferrari.
El primer golpe de escena llegó a las pocas vueltas del comienzo. Una neutralización con auto de seguridad motivó que la mayoría de los pilotos, entre los que estaban Vettel y Alonso, aprovecharon para ingresar a boxes a cambiar gomas.
En los pits hubo algo de caos. Primero se desprendió la goma trasera derecha del Mercedes del alemán Nico Rosberg. El neumático le pegó a un mecánico de Williams, quien no sufrió lesiones de gravedad.
Casi al mismo tiempo se produjo el encontronazo en la calle de boxes entre el Force India del alemán Adrián Sutil, quien ya había realizado el cambio de neumáticos, y el Renault del polaco Robert Kubica ingresaba al lugar de su equipo para hacerlo.
Luego de la prueba las autoridades multaron con 50.000 dólares a Mercedes y Renault por considerarlos responsables de estos incidentes.
Webber decidió mantenerse en pista y se convirtió en el nuevo líder. Impuso un gran ritmo, lo que le permitió sacar una buena ventaja sobre Vettel y Alonso.
Pocas vueltas después se sacó de encima a su compañero de equipo cuando Vettel tuvo que cumplir con una penalización por su comportamiento durante el régimen de auto de seguridad.
Se colocó detrás de Webber, pero no le siguió el ritmo, lo que motivó la sanción que lo marginó de la lucha por la victoria.
Por tal motivo, al momento del relanzamiento de la prueba el líder tenía una gran ventaja sobre el resto del pelotón.
Gracias a su nueva victoria y al abandono del inglés Lewis Hamilton, quien había llegado con su McLaren como líder del Mundial de marcas, Webber se convirtió en el nuevo puntero del certamen con cuatro puntos de ventaja sobre el ex campeón.
El "1-3" también le permitió a Red Bull pasar al frente de la Copa de Constructores con 8 puntos de ventaja sobre McLaren, por lo que se espera una apretada definición, en la que será determinante también el rendimiento de las Ferrari. Red Bull pisó fuerte en tierras húngaras de la mano de Webber, quien jugándose a todo o nada regaló una lección por partida doble, de manejo y para Vettel.