Cuando el entrenador Claudio Borghi dice que ya imagina un Boca sin Riquelme, lo que imagina es un Boca conducido por la revelación de la gira oceánica: Marcelo Cañete.
Estancada la renovación del contrato de Román, el Bichi sabe que su equipo tiene quien lo dirija. Es que hoy, para el DT, Cañete es el titular. Tiene 20 años, es habilidoso, diestro, juega como enganche y llega al gol.
Borghi se entusiasmó con él durante la gira por Oceanía. Cañete, es "su" elegido por pausa y claridad conceptual, además de su habilidad en el juego corto.
¿Y que hay de Riquelme? El viernes a la tarde, el presidente de Boca, Jorge Amor Ameal, le devolvió la pelota al "10" cuando, en una conferencia de prensa que muchos imaginaban más determinante, anunció una mejora en la oferta: cinco millones de dólares por cuatro años de contrato. Era lo que Román quería. Él decide, aunque todavía no se sepa qué dirá.
admirador de Román
Cañete nació el 10 de abril de 1990 en Lugano, zona sur de la Capital Federal. Actualmente, vive cerca de Parque Avellaneda. Borghi repite "hoy, el titular es Cañete". El chico, además, llega al gol. Hizo el del triunfo en el amistoso ante Melbourne Victory.
Paradójicamente, o no, Cañete es admirador de Riquelme y hace cuatro meses cuando fue ascendido a la Reserva recibió algunos consejos de JR. Todo indica que el cerebral futbolista no imaginaba que Cañete, ahora, sería su sucesor en el puesto y por decisión de Borghi. Claro, menos lo imaginaba el propio Cañete.
"Cuando nos tocó entrenar juntos, Primera contra Reserva, Román me aconsejó un par de veces. En aquella oportunidad me recomendó que pidiera más la pelota cuando la tenía mi equipo. Y que me acostumbrara a ser yo la salida", evocó hace poco el joven volante.
Las próximas horas serán decisivas. Ya no hay más negociaciones. Boca hizo su oferta definitiva y Riquelme, que parece estar de acuerdo, aún no respondió. Borghi, por las dudas, ya imagina un Boca sin Román.
Se sabe, el "10" es una debilidad para el Bichi, pero si no arregla. el DT sabe que esa camiseta tiene futuro. Se llama Marcelo Cañete.