Pacífico ratificó lo hecho a lo largo del primer semestre. Anoche fue claramente superior a Centro Español y después de los dos primeros partidos de la serie que fueron equilibrados, puso 20 puntos de luz en las cifras. El 91 a 71 (38-35), refleja en definitiva la distancia que hay entre un equipo y otro. Por eso el Decano es el justificado campeón del Apertura del básquet neuquino.

El juego tuvo un comienzo errático y por eso hasta los cuatro minutos el goleo era pobre. El local apostó a su mayor peso cerca del cesto, por eso en esos pasajes sobresalieron Rubén Guzmán y Gustavo Peirano; y la visita al control de la pelota de Luciano Alonso y a la buena mano de Marco Ramírez.

Español no tuvo buenos porcentajes en tiros de tres y la diferencia en los primeros diez minutos fue de 24 a 17 para el Decano.

En el arranque del segundo fue todo de los dirigidos por David Oviedo y llegaron a sacar una diferencia de 13 puntos (32-19).

Dos aciertos de Carlos Sbrolla desde la zona de tres, fueron fundamentales en esos pasajes.

Español parecía perdido, pero Alonso volvió a tomar el control y volvió a acercar a su conjunto en las cifras. El ingreso de Pablo Rodríguez le dio también cambio de ritmo y la levantada fue completa.

Del otro lado, Pacífico se desordenó, seleccionó mal los lanzamientos y dejó que el adversario se pusiera en partido. Al descanso se fueron 38-35 para el Decano.

El segundo tiempo fue el del despegue en el rendimiento del local. Apareció Sebastián Godoy -hizo 15 en el período, 20 en total- y contó con el fresco aporte de Facundo Zambrano, que con su vértigo le cambió la cara al equipo. Además, el base sumó 14 tantos en su cuenta personal, con tres aciertos desde la línea de tres.

Peirano redondeó una sólida actuación y todo fue más simple para el campeón.

Español no pudo vulnerar el planteo defensivo que le propuso el adversario y, con una plantilla corta como la que tiene Sergio Bellandi, no tuvo respuestas. Paulatinamente, Pacífico se fue alejando en el marcador.

Justificado festejo del aurinegro y su gente, que cerró el torneo sin caídas en casa.