La seguridad de los autos del TC 2000 evitó una tragedia en la largada de la final de la prueba que se disputó ayer en el "Oscar Cabalén". El auto de Juan C. Álvarez se quedó parado, varios lo esquivaron, pero otros lo embocaron. Entre los involucrados estuvo el neuquino Francisco Troncoso.
En la carambola quedaron seis autos, siendo los de Troncoso, Juan M. Silva y Martín Basso los que sufrieron daños menores.
La peor parte se la llevó Werner, al que directamente entre José M. López y Troncoso le arrancaron la cola al Toyota Corolla.
Todo empezó cuando Álvarez se quedó parado en la largada. El primero que le pegó fue Silva, después Werner y llegó "Pechito", quien lo embocó a gran velocidad, destruyendo buena parte de su auto. El último fue Troncoso, tapado por el bicampeón.
Los autos de López y Werner quedaron destruidos, pero una vez más quedó demostrado cómo funcionan los sistemas de seguridad implementados por la categoría.
"No tengo dudas, fue el golpe más grande que tuve en el automovilismo. El ´Pato´ Silva iba adelante, se abrió de golpe y lo encontré a Mariano (Werner). Fue muy bravo. Gracias a Dios no me pasó nada, yo estoy bien, pero el auto sufrió importantes daños", señaló López.