El plantel de Argentinos al menos tuvo el campo de juego de Huracán como coronación del título, mientras a pocos metros, en la tribuna local, una batalla por momentos cuerpo a cuerpo, y con gases lacrimógenos mediante, se libraba entre barras locales y la policía.
Los jugadores de Argentinos llegaron a recibir el trofeo que entregó la automotriz Iveco por ganar el torneo Clausura, hubo papelitos, una tímida y pequeña vuelta que simuló ser olímpica.
Los futbolistas, criteriosamente y viendo lo que ocurría del otro lado, festejaron con sus hinchas frente a la tribuna que da a la avenida Colonia, mientras del otro lado había violencia y cabezas rotas por golpes y palos.
Se había iniciado el choque antes del final y casi en momentos en que Alan Sánchez descontaba para Huracán. Primero en la esquina de la tribuna local que da a la calle Luna con la platea Miravé. Hubo gases y chorros de agua. Luego la batahola pasó a la otra punta, muy cerca de la platea principal. Por último, la gresca siguió en la calle.