Huracán logró algo que desde hace mucho tiempo no conseguía, más precisamente 30 años: ganarle a Boca en La Bombonera.
Fue 2-1 para el Globo, al cabo de un partido por momentos vibrante donde el equipo del Chulo Rivoira se llevó un premio demasiado excesivo
Boca tuvo el balón por más tiempo en la primera mitad, con un JR Riquelme en un buen nivel, pero le faltó resolución en los últimos metros de cancha.
La mejor oportunidad del local se vio a los 10´, cuando Chávez remató de zurda alto, después de una acción bien elaborada con Nicolás Gaitán y Riquelme.
El gran momento de Huracán fue en los últimos minutos cuando se hizo firme e insistente en función ofensiva. A los 40, un cabezazo de Paolo Goltz exigió una gran intervención de Javier García, quien desvió haciendo dar la pelota en el palo.
En la última jugada de la primera mitad, de un tiro libre en ataque para Boca muy mal jugado por Riquelme y por Gaitán, surgió una réplica letal, manejada por Clara, quien superó a Hugo Ibarra y esperó la llegada de Adrián Peralta, cuyo remate superó a García.
Boca salió a jugar el complemento con dos cambios, los ingresos de Guillermo Marino y Cristian Erbes por Chávez y el chileno Gary Medel, y muy pronto, en el minuto cuatro, llegó al empate con un tiro libre que Riquelme puso en el área, rechazó imperfecto de Eduardo Domínguez y Gabriel Paletta conectó de derecha para vencer a Gastón Monzón y poner el 1-1.
El dominio del local fue haciéndose cada vez más sostenido y la situación no varió en el minuto doce, cuando se fue expulsado Krupoviesa por un golpe con el brazo derecho a Clara, el hombre más peligroso de Huracán.
Pero a Boca seguía faltándole la puntada final. Martín Palermo tuvo un par y la más clara, a la media hora, con un derechazo de Gaitán que se fue cerca, tras gran pase de Marino.
Sin embargo Huracán le tenía guardada una sorpresa al Xeneize. A los 33, Gastón Machín remató desde fuera del área, la pelota se desvió en Paletta, dejó sin chances a García.
Los argumentos para el triunfo de Huracán fueron una última línea más segura que la de su rival y la peligrosidad de Clara, aunque el premio que se llevó resultó excesivo.