Estudiantes desperdició ayer una increíble chance de llegar puntero a la última fecha del Clausura, al empatar como local 0 a 0 con Rosario Central. Ahora quedó un punto debajo de Argentinos y depende de lo que haga el Bicho ante Huracán, más allá de que le gane Colón en Santa Fe.

En un día trascendental, Estudiantes no hizo un buen partido y en eso, quizá, influyeron dos factores: el cansancio y el hecho de jugar 59 minutos con un hombre menos por la expulsión de Juan Sebastián Verón, quien se hizo echar por aplicarle un codazo al juvenil Martín Rivero en la mitad de la cancha.

A Central el empate lo condenó a jugar la Promoción, ya que el único resultado que le servía para mantener una tibia esperanza de evitarla era el triunfo.

Si bien fue Estudiantes el que tomó la iniciativa al comienzo del encuentro, las recurrentes imprecisiones de sus jugadores en los metros finales, le impidieron romper la igualdad.

Sin Verón, expulsado, Estudiantes perdió el rumbo del partido, porque se concentró más en lo que hacía Beligoy que en hacer su trabajo.

Poco y nada cambió en el complemento. Estudiantes tuvo un poco más la iniciativa, pero eso no redundó en demasiado peligro para Galíndez. Es más, la primera jugada de gol para el equipo platense recién se produjo a los 31 minutos, cuando Galíndez le tapó un mano a mano a Boselli.

Con mucho menos, Central casi logra la victoria, pero entre Cellay y la poca puntería de Figueroa, el gol no pudo concretarse. El cuarto de Argentinos, en el tercer minuto de descuento, ahogó en frustración a todos los hinchas de Estudiantes, que ahora saben que ser campeón ya no depende del equipo de Sabella.