El defensor Leandro Desábato admitió ayer que "en frío no volvería" a tratar de borracho a Ariel Ortega aunque destacó que hubo "insultos de las dos partes" en el choque verbal, con patadas incluidas, en el partido entre Estudiantes y River del sábado a la tarde.
"Es fruto del temperamento, soy un jugador temperamental, son tres minutos. Si la pienso en frío no lo volvería a decir", sostuvo Desábato ayer a la tarde al hablar por Canal 7.
En los varios cruces que tuvieron, ante la pasividad del árbitro Néstor Pittana, las imágenes de televisión mostraron a Desábato tratando de "borracho" a Ortega, quien intenta salir de esa adicción, y también se vio insultar al delantero de River.
"Esto tendría que quedar en la cancha" dijo y lamentó "estar en boca de todos por un episodio así".
Se quejó de que sus padres recibieron llamados telefónicos por lo ocurrido y que "se empezó a remover lo de Brasil", cuando jugando para Quilmes fue detenido por insultos discriminatorios contra el jugador Graffite.
"No quiero ser víctima. Yo también lo agredí verbalmente, pero hubo insulto de las dos partes", cerró Desábato, claramente arrepentido por el suceso.