Once meses después, Rafael Nadal conquistó de nuevo un título y lo hizo a lo grande, con una aplastante victoria sobre Fernando Verdasco, por 6-0 y 6-1, para conseguir su sexto consecutivo en el torneo de Montecarlo.

Rafa celebró su triunfo número 32 seguido en la arcilla monegasca y el título 37 de su carrera, el número 26 en la superficie naranja, la misma en la que festejó el que había sido su último título, en Roma en mayo de 2009.

"Ganar tras una temporada sin lograrlo, en uno de mis torneos preferidos, me hace muy feliz", dijo el número 3 y segundo preclasificado, que reconoció haber "pasado nervios en el 4-1". "Estaba un pelín nervioso, pero lo he superado y ya luego tenía todo a mi favor", comentó.

Nadal es el primer jugador en la era Open (desde 1968) en ganar un torneo seis veces consecutivas.

El español, de 23 años, se mostró encantado por el nivel que tuvo desde su estreno. "Probablemente jugué uno de mis mejores niveles en arcilla esta semana. Mi nivel ha sido muy alto", afirmó y le pidió perdón a Verdasco durante la entrega de premios por su avasallador juego.

Sabedor de la importancia del triunfo, Nadal derramó alguna lágrima al ver confirmado la recuperación de su mejor nivel tras varios meses de problemas físicos.

"Creo que soy mejor jugador que antes, pero eso no significa que vaya a ganar más", aseguró después de hacer hincapié en el esfuerzo realizado en el último tiempo.

"He trabajado fuerte para ganar un torneo importante como este. Son Muchas horas de trabajo, muchos momentos difíciles, como en Miami e Indian Wells. Fueron golpes que uno se lleva", dijo en referencia a sus recientes derrotas en semifinales.

Lo que no aceptó fue decir que en los últimos siete días regresó su mejor versión: "Volví a mi mejor nivel en enero, el 1 de enero. Hoy gané un torneo. En Abu Dhabi, primero de enero, jugué a mi mejor nivel".

Como en el resto del torneo, no concedió nada a su rival, que se quejó de unas molestias cervicales. Verdasco, en su primera final de un torneo Másters 1.000, no pudo presentar oposición a su compatriota y se fue de la arcilla de Montecarlo con el ánimo por el piso. (DPA/AR)