Camilo Echevarría demostró que es de esos pilotos que se agrandan en la adversidad. No se entregó cuando no pudo cerrar una vuelta en la primera tanda de clasificación y fue por todo en la segunda, donde quedó 11. En la serie le pegó mal Mauro Giallombardo y lo condenó a largar desde el fondo la cuarta final del certamen del TC Pista. Ayer movió desde la última fila y llegó a estar 16 cuando se jugó en un frenaje, la cola del Chevrolet lo pasó y se fue afuera, terminando 21.
Si bien los resultados importan, Camilo aprobó un nuevo examen en una categoría tan competitiva como áspera y donde cada posición en pista se pelea como si fuera por el primer lugar, lo que quedó demostrado con la cantidad de toques que hubo en la final de ayer, ayudado por las complicadas condiciones de pista por el viento y la tierra.
Echevarría movó desde el fondo y empezó a remarla. Ayudado por el revuelo de la primera curva se acomodó en la fila india, sin apurarse porque encima entre serie y final el equipo cambió el motor. Fue 35 en la vuelta inicial, después 33, saltó al 28, al 22 y llegó a estar 19, con Giallombardo atrás, cuando se jugó la vida en un frenaje tratando de superar a Mariano Ponce de León y un par más. No le salió bien por poco, debido a un roce. La cola de la "chevy" lo pasó y entró en trompo. De quedar 16 pasó al 23. No había tiempo para mucho más. Ganó un par de puestos y terminó 21, recibiendo el aplauso de su gente cuando llegó al parque cerrado después de superar un nuevo examen.