Hacía tiempo que Gabriel Ponce de León no festejaba una "pole" en el TC. Por eso, cuando el pasado viernes hizo el "1" en la primera tanda, bajó de su auto y dibujo una sonrisa. Sabía que buena parte de su trabajo estaba cumplido, si bien había que esperar. Ayer, en la segunda, el viento y la tierra lo pusieron a salvo. Después, comentó que "siempre es muy bueno estar adelante, más en un circuito como el de Centenario, donde el tránsito es complicado por la tierra que hay en la pista".
Ponce de León sabía que era número puesto para quedarse con la "pole", pero no se confío y salió a pista para estar atento a lo que hicieran sus rivales.
Si hacía falta, estaba dispuesto a jugarse todo para mantener el "uno". Por eso, en una de las vueltas aceleró y metió tres parciales en verde, lo que demostraba que venía bajando sus tiempos, pero llegó a la curva cuatro, se le movió el Falcon y adiós a la posibilidad de mejorar aún más su registro de la primera sesión clasificatoria.
Después de la "pole", Gabriel destacó que "hay un gran mérito del Lincoln Sport Group que me entrega un auto espectacular".
-Después de los ensayos, ¿pensaste que te podía bajar el tiempo?
-Estaba bravo, pero me ayudaron el viento y la tierra. Matías (por Rossi) hizo una gran vuelta en los ensayos. En condiciones normales, era uno de los que podía complicarme.
-Al final no hubo cambios...
-Por suerte. Hacía mucho que no ganaba una clasificación, casi que ni me acuerdo. Me parece que fue cuando pasó lo de (Christian) Ledesma con las gomas, pero en pista pasó mucho tiempo para hacer una "pole".
-¿Te preocupa algo?
-Sí. Hay una falla eléctrica, por eso el equipo realizará un repaso general para quedarnos tranquilo.
-¿En la primera serie largás con Moriatis?
-Nos tocó a los compañeros de equipo. Nos llevamos muy bien con Emanuel, esperamos hacer una serie muy rápida, pero habrá que estar atentos a cómo encontremos la pista. Hubiera sido mejor, no ir juntos, pero se dio de esta forma.
-¿Te ves festejando en la final?
-Lo necesito. Un triunfo me vendría bárbaro. Pero, falta mucho. La categoría está muy competitiva. Somos unos cuantos los que tenemos las mismas posibilidades para ganar. Pueda ser que entreguemos un gran espectáculo, esta gente se merece eso y mucho más.
Ponce de León se fue a festejar con los suyos y seguro, también, a pensar en lo que le espera. Primero la serie, donde se tendrá que aferrar a la cuerda para evitar que lo sorprenda su compañero Moriatis. Y después, la gran final, donde buscará terminar con una larga sequía con un Ford que anda bárbaro.